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LOS FUNCIONARIOS BRITÁNICOS NO PODRÁN NEGARSE A CELEBRAR BODAS GAYS
A.R.
Con mucha menos algarabía que en España, el Reino unido se dispone a permitir, el mes que viene las uniones cíviles homosexuales.
A diferencia de la ley aprobada este año por el Gobierno español, las uniones en el Reino Unido no se llamarán matrimonio, aunque los gays tendrán prácticamente los mismos derechos y obligaciones que los matrimonios heterosexuales.
Aún así algunos puntos han sido objeto de polémica: las iglesias y otros lugares de culto pueden negarse a celebrar una ceremonia puesto que no se trata de un matrimonio.
Ayer, sin embargo, la Cámara Alta aprobó una ley que prohibe a los funcionarios de registros cíviles oponerse a que los gays, cuando vayan a firmar el acta de unión cívil, lo hagan como si fuese una boda: con flores, familia y demás. Algunos consejos municipales habían expresado su deseo de que los homosexuales sólo fueran al registro para unirse sin ceremonia alguna, sino solo a firmar y a marcharse.
La misma ley aprobada ayer también pone fin a una antigua práctica en este país: la posibilidad del dueño de un establecimiento público -hoteles y 'bed and breakfast' sobre todo- a negarse a dejar cohabitar bajo su techo a una pareja gay. De igual forma, ningún médico de cabecera tendrá derecho a negarse a tratar a un gay. La ley también funciona al revés: los 'pubs' y bares sólo para homosexuales tendrán que permitir la entrada a partir de ahora a heterosexuales.
También ayer la juez más veterana del país, Lady Hale, se declaro claramente a favor de llamar matrimonio a las uniones cíviles. Lady Hale, la primera mujer que se convierte en 'law lord' ( una especie de Tribunal Supremo), declaró: "si la gente quiere tanto los privilegios como la responsabilidades del matrimonio, no veo porque debamos de negárselo".
Las asociaciones de defensa de los derechos de los gays celebraban ayer la decisión como una "doble victoria". "Es muy acertada. Los gays y lesbianas podremos vivir libres de discriminación", comentaba un activista a la BBC.
LOS FUNCIONARIOS BRITÁNICOS NO PODRÁN NEGARSE A CELEBRAR BODAS GAYS
A.R.
Con mucha menos algarabía que en España, el Reino unido se dispone a permitir, el mes que viene las uniones cíviles homosexuales.
A diferencia de la ley aprobada este año por el Gobierno español, las uniones en el Reino Unido no se llamarán matrimonio, aunque los gays tendrán prácticamente los mismos derechos y obligaciones que los matrimonios heterosexuales.
Aún así algunos puntos han sido objeto de polémica: las iglesias y otros lugares de culto pueden negarse a celebrar una ceremonia puesto que no se trata de un matrimonio.
Ayer, sin embargo, la Cámara Alta aprobó una ley que prohibe a los funcionarios de registros cíviles oponerse a que los gays, cuando vayan a firmar el acta de unión cívil, lo hagan como si fuese una boda: con flores, familia y demás. Algunos consejos municipales habían expresado su deseo de que los homosexuales sólo fueran al registro para unirse sin ceremonia alguna, sino solo a firmar y a marcharse.
La misma ley aprobada ayer también pone fin a una antigua práctica en este país: la posibilidad del dueño de un establecimiento público -hoteles y 'bed and breakfast' sobre todo- a negarse a dejar cohabitar bajo su techo a una pareja gay. De igual forma, ningún médico de cabecera tendrá derecho a negarse a tratar a un gay. La ley también funciona al revés: los 'pubs' y bares sólo para homosexuales tendrán que permitir la entrada a partir de ahora a heterosexuales.
También ayer la juez más veterana del país, Lady Hale, se declaro claramente a favor de llamar matrimonio a las uniones cíviles. Lady Hale, la primera mujer que se convierte en 'law lord' ( una especie de Tribunal Supremo), declaró: "si la gente quiere tanto los privilegios como la responsabilidades del matrimonio, no veo porque debamos de negárselo".
Las asociaciones de defensa de los derechos de los gays celebraban ayer la decisión como una "doble victoria". "Es muy acertada. Los gays y lesbianas podremos vivir libres de discriminación", comentaba un activista a la BBC.
