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El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, se ha referido como “maricón” al próximo embajador de Estados Unidos en la República Dominicana, James “Wally” Brewster.
López Rodríguez era preguntado sobre el tema por periodistas. Inicialmente se limitó a criticar a Estados Unidos y afirmar que detrás de la designación lo que se busca es promover el matrimonio entre personas del mismo sexo. “De Estados Unidos se puede esperar cualquier cosa… Nadie desconoce en este país cual es mi forma de pensar en relación a ese tema… yo no comparto en absoluto ese tipo de opiniones y preferencias”, afirmó.
Posteriormente argumentó, para reforzar su postura, que la oposición a la homosexualidad no era exclusiva de los cristianos: “ellos les interesa llevar adelante su propósito, pero que sepan que en el mundo hay mucha gente en contra de eso, entre gobiernos cristianos y no cristianos. Que le pregunten al mundo musulmán, a ver que piensan ellos, aparte de los cristianos, y aparte de los evangélicos también”.
Pero fue justo después, al ser preguntado por otro tema (el veto de la vecina Haití a la importación de pollos y huevos desde la República Dominicana) cuando López Rodríguez deja ver su faceta más homófoba. “Saltamos de los maricones y lesbianas a los pollos”, afirmó entre risas:
Como explicamos hace pocos días, James “Wally” Brewster es uno de los cuatro nuevos embajadores abiertamente gays propuestos por el presidente estadounidense Barack Obama (uno de ellos, James Costos, será el próximo embajador estadounidense en España). Brewster es un alto ejecutivo de la consultora SB&K Global que además no es ajeno al activismo. Ha sido una de las caras más visibles de los LGTB demócratas y forma parte del consejo de Human Rights Campaign, una de las más importantes organizaciones en defensa de los derechos civiles de las personas LGTB. Una elección que esperemos pueda contribuir de algún modo a mejorar las condiciones de vida de las personas LGTB en República Dominicana, un país en el que la discriminación y la violencia contra estas (y muy singularmente contra mujeres transexuales) están a la orden del día.
Un homófobo reconocido
El malestar del arzobispo de Santo Domingo es comprensible teniendo en cuenta que se trata de un personaje que ya acumula en su historial varias declaraciones homófobas. Las últimas tuvieron lugar hace escasas semanas, cuando cargó contra el matrimonio entre personas del mismo sexo afirmando que “el que quiera vivir con otro macho, que se vaya por su cuenta, pero que un Estado se rebaje, se ridiculice, se perverse dando categoría de matrimonio a dos hombres o dos mujeres, jamás lo aceptaré, eso es una vagabundería”. Pero ya antes había acusado a los políticos favorables a los derechos LGTB de formar parte de una “confabulación mundial” y de buscar “votos espurios de homosexuales y lesbianas” e incluso, en 2010, aseguró que se opondría “hasta la muerte” al matrimonio entre personas del mismo sexo.
López Rodríguez era preguntado sobre el tema por periodistas. Inicialmente se limitó a criticar a Estados Unidos y afirmar que detrás de la designación lo que se busca es promover el matrimonio entre personas del mismo sexo. “De Estados Unidos se puede esperar cualquier cosa… Nadie desconoce en este país cual es mi forma de pensar en relación a ese tema… yo no comparto en absoluto ese tipo de opiniones y preferencias”, afirmó.
Posteriormente argumentó, para reforzar su postura, que la oposición a la homosexualidad no era exclusiva de los cristianos: “ellos les interesa llevar adelante su propósito, pero que sepan que en el mundo hay mucha gente en contra de eso, entre gobiernos cristianos y no cristianos. Que le pregunten al mundo musulmán, a ver que piensan ellos, aparte de los cristianos, y aparte de los evangélicos también”.
Pero fue justo después, al ser preguntado por otro tema (el veto de la vecina Haití a la importación de pollos y huevos desde la República Dominicana) cuando López Rodríguez deja ver su faceta más homófoba. “Saltamos de los maricones y lesbianas a los pollos”, afirmó entre risas:
Como explicamos hace pocos días, James “Wally” Brewster es uno de los cuatro nuevos embajadores abiertamente gays propuestos por el presidente estadounidense Barack Obama (uno de ellos, James Costos, será el próximo embajador estadounidense en España). Brewster es un alto ejecutivo de la consultora SB&K Global que además no es ajeno al activismo. Ha sido una de las caras más visibles de los LGTB demócratas y forma parte del consejo de Human Rights Campaign, una de las más importantes organizaciones en defensa de los derechos civiles de las personas LGTB. Una elección que esperemos pueda contribuir de algún modo a mejorar las condiciones de vida de las personas LGTB en República Dominicana, un país en el que la discriminación y la violencia contra estas (y muy singularmente contra mujeres transexuales) están a la orden del día.
Un homófobo reconocido
El malestar del arzobispo de Santo Domingo es comprensible teniendo en cuenta que se trata de un personaje que ya acumula en su historial varias declaraciones homófobas. Las últimas tuvieron lugar hace escasas semanas, cuando cargó contra el matrimonio entre personas del mismo sexo afirmando que “el que quiera vivir con otro macho, que se vaya por su cuenta, pero que un Estado se rebaje, se ridiculice, se perverse dando categoría de matrimonio a dos hombres o dos mujeres, jamás lo aceptaré, eso es una vagabundería”. Pero ya antes había acusado a los políticos favorables a los derechos LGTB de formar parte de una “confabulación mundial” y de buscar “votos espurios de homosexuales y lesbianas” e incluso, en 2010, aseguró que se opondría “hasta la muerte” al matrimonio entre personas del mismo sexo.
