Duduzile Zozo, de 26 años de edad, ha sido salvajemente violada y asesinada este fin de semana. Según la madre de la joven, Thuziwe Zozo, su hija era apreciada por la comunidad y nunca había tenido problemas, pero habría sido atacada debido a su sexualidad. En palabras de Thulisle Msiza, directora del colectivo Ekurhuleni LGBTI, “parece que las lesbianas no podemos ir a ninguna parte. No podemos ser nosotras mismas. Hemos de escondernos, o de lo contrario somos asesinadas. Hemos de permanecer entre paredes. Como animales enjaulados. [...] Es como vivir de nuevo en la era apartheid, y los homosexuales son los oprimidos”. Un comentario que describe certeramente la situación en Sudáfrica, un país con una avanzada legislación en materia de derechos civiles, debido a la herencia del apartheid, que sin embargo no se corresponde con la realidad social.
Se trata por desgracia del enésimo caso de una mujer salvajemente atacada por su homosexualidad en Sudáfrica, donde la vida de una mujer lesbiana de raza negra tiene escaso valor. Estas mujeres son víctimas de “violaciones correctivas” que con frecuencia llegan al asesinato, con el objetivo de “curarlas” de su homosexualidad y, en último término, “castigarlas”. En abril de este año fue hallado en la misma localidad de Ekurhuleni el cuerpo de Patricia Mashigo, una mujer de 36 años abiertamente lesbiana apedreada hasta la muerte. Y en dosmanzanas hemos recogido con anterioridad varios casos, como el de Sihle Skotshi, una jovencísima jugadora de fútbol que fue asesinada el pasado noviembre por un grupo de salvajes; el de una adolescente de 13 años violada en Pretoria en mayo de 2011; el de Noxolo Nogwaza, activista brutalmente violada y asesinada en abril de 2011, o el de la futbolista Eudy Simelane, también violada y asesinada en el año 2009. No son más que la punta del iceberg: se calcula que solo en Ciudad del Cabo se producirían cada semana hasta diez violaciones de este tipo.
No fue hasta mayo de 2011 que el Gobierno de Sudáfrica decidía crear una comisión para perseguir los crímenes de odio de raíz homófoba, después de que la plataforma change.org le hiciera llegar una petición firmada por 170.000 personas en la que se pedía al Gobierno que tomara cartas en el asunto (una iniciativa promovida por activistas lesbianas locales). Una comisión que sin embargo no parece haber conseguido gran cosa después de dos años, y cuya pasividad ha sido denunciada por los activistas.
Una difícil situación para la población LGTB, pese a la igualdad legal
Sudáfrica es el único país del continente africano en el que las personas LGTB tienen reconocida su igualdad legal, gracias al avanzado marco constitucional surgido tras el final del apartheid. Pero la homofobia social sigue siendo un muy grave problema. En dosmanzanas hemos recogido en el pasado algunas muestras, como la decisión de la Asamblea Nacional de Líderes Tradicionales de pedir que se elimine de la Constitución la cláusula que garantiza la igualdad de las personas LGTB, los comentarios homófobos del rey de la nación zulú, la elección de un juez homófobo para presidir la Corte Constitucional o la elección como embajador en Uganda del homófobo Jon Qwelane. Otro desgraciado episodio ha sido la muerte de varios hombres gays en Johannesburgo en circunstancias parecidas a lo largo de los últimos tres años, que solo hace unos meses fue reconocido por la policía como la obra de un asesino en serie.
Acabaremos esta entrada con las últimas palabras de Duduzile Zozo, colgadas en Facebook el pasado viernes, horas antes de ser asesinada: “Al final, solo nos arrepentimos de las oportunidades que no aprovechamos, de las relaciones que no nos atrevimos a tener, y de las decisiones que tardamos demasiado en tomar…”.
Descanse en paz.
Fuente:Salvaje asesinato de una joven lesbiana en Sudáfrica