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Eduardo Haro Tecglen, republicano, rojo y rosa
la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales queremos expresar nuestro más sentida tristeza por la muerte de Eduardo Haro Tecglen.
Nuestra democracia pierde una voz crítica y audáz, clara y partidaria (de los que no tienen, de los que no cuentan) que durante décadas ha estado construyendo la libertad que todos y todas disfrutamos. Gays, lesbianas, transexuales, bisexuales (y también heterosexuales) en busca de libertad, igualdad y fraternidad tenemos una deuda con Haro Tecglen. Sólo podemos pagarla de un modo: luchando, como hizo él, por un presente, por un futuro de progreso y razón, de libertad y justicia. Eduardo Haro Tecglen apostó por ello y lo hizo defendiendo nuestros derechos, nuestro derecho como ciudadanos y ciudadanas, más allá de la orientación o la identidad sexual, a las utopías: "Tendré que creer en la utopía cuando se consigue que otra trascendental se produzca legalmente, como esta del matrimonio homosexual"*. Y lo conseguimos. Su defensa serena de algo tan fantástico como el amor y la felicidad es algo que nunca podemos olvidar.
Haro Tecglen hizo crecer a lo largo de toda su vida el árbol laico y republicano, en el sentido más amplio de las palabras. Ahora nos toca a los demás trabajar para que siga creciendo, cada día, un poco más. El lo haría. Hasta siempre!.
(*) EL PAÍS 23-04-2005 / Visto/Oído / Eduardo Haro Tecglen / Matrimonio
la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales queremos expresar nuestro más sentida tristeza por la muerte de Eduardo Haro Tecglen.
Nuestra democracia pierde una voz crítica y audáz, clara y partidaria (de los que no tienen, de los que no cuentan) que durante décadas ha estado construyendo la libertad que todos y todas disfrutamos. Gays, lesbianas, transexuales, bisexuales (y también heterosexuales) en busca de libertad, igualdad y fraternidad tenemos una deuda con Haro Tecglen. Sólo podemos pagarla de un modo: luchando, como hizo él, por un presente, por un futuro de progreso y razón, de libertad y justicia. Eduardo Haro Tecglen apostó por ello y lo hizo defendiendo nuestros derechos, nuestro derecho como ciudadanos y ciudadanas, más allá de la orientación o la identidad sexual, a las utopías: "Tendré que creer en la utopía cuando se consigue que otra trascendental se produzca legalmente, como esta del matrimonio homosexual"*. Y lo conseguimos. Su defensa serena de algo tan fantástico como el amor y la felicidad es algo que nunca podemos olvidar.
Haro Tecglen hizo crecer a lo largo de toda su vida el árbol laico y republicano, en el sentido más amplio de las palabras. Ahora nos toca a los demás trabajar para que siga creciendo, cada día, un poco más. El lo haría. Hasta siempre!.
(*) EL PAÍS 23-04-2005 / Visto/Oído / Eduardo Haro Tecglen / Matrimonio
