“Necesitamos galerías y museos en nuestras ciudades y pueblos para decir quiénes somos, para humanizar a nuestra gente tal y como los historiadores humanizan a los heterosexuales”, declara Zanele Muholi, que además de fotógrafa es lesbiana y tiene el proyecto de poner cara y nombre a los que sufren por su orientación sexual en Sudáfrica y, por extensión, a todo el continente.
Su misión parece simple, pero tratándose de la latitud en la que habita, cobra mayor complejidad y trascendencia: retratar a personas del colectivo LGTB y exponerlo, como ahora en el Instituto Goethe de Johanesburgo, junto a su nombre y una decripción. Es una manera, como ella dice, de manifestar que “existimos” y que “somos amantes, tíos, hermanas de otras personas”.
Financia ella misma el proyecto y los premios internacionales que ha conseguido, algunos con dotación económica, los dedica a ampliarlo, por ejemplo, dando cursos de fotografía a otras mujeres lesbianas para que el fondo documental se haga aún más grande.
“Quiero documentar la vida de los gays, lesbianas y transexuales negros, sus momentos de alegría y de tristeza, sus bodas y sus funerales, todos los aspectos de unas vidas de las que nadie se ha ocupado ni se ocupa”, declara orgullosa.
Fuente: Los homosexuales africanos dan la cara