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Acabamos de celebrar el día de la salud sexual y los informes presentados son demoledores respecto a la igualdad
Lesbianas, gays y bisexuales se enfrentan a desigualdades considerables en la salud y son proporcionalmente más propensos a sufrir de mala salud sexual, mental y física, así como mayores niveles de abuso de sustancias ilegales. Sin embargo, la falta de vigilancia por los servicios sanitarios significa que sigue existiendo una clara falta de información relativa a la salud y las necesidades de atención social de los pacientes LGBTB.
Esta falta de control, significa que es imposible determinar el grado de desigualdad de los resultados, por lo que se presta poca atención a las necesidades específicas del colectivo. Los médicos suelen asumir que sus pacientes son heterosexuales, lo que lleva a dar informaciones erróneas y los pacientes se ven obligados a “salir” de sus médicos.
Una paciente lesbiana en Stockport comparte su experiencia con “The Guardian”: “Los médicos de cabecera suelen pensar con frecuencia que soy heterosexual, terminando en conversaciones desconcertantes al darse cuenta de su error, siento que me tratan de manera anormal y me discriminan con regularidad”, afirma una paciente lesbiana en Stockpot, en Londres. El Dr Tim Crocker-Buque, de la Asociación Médica Británica explicalo que sucede. “Todos los pacientes están preocupados por su salud, y los pacientes LGBTB tienen la preocupación añadida sobre la revelación de su orientación sexual por encima de eso de todo”.
En investigaciones recientes realizadas por asociaciones del colectivo se encuentra que casi dos tercios de las personas sentían que su médico de cabecera podía mejorar los servicios ofrecidos a los pacientes de la comunidad. Además, en dichas investigaciones que datan del año pasado y que giran en torno a los médicos de cabecera, se reveló que de 10.000 personas pertenecientes al colectivo, dos tercios calificaban a su médico de malo o muy malo.
Fuente: “Los médicos siguen dando por hecho que sus pacientes son heterosexuales”
Lesbianas, gays y bisexuales se enfrentan a desigualdades considerables en la salud y son proporcionalmente más propensos a sufrir de mala salud sexual, mental y física, así como mayores niveles de abuso de sustancias ilegales. Sin embargo, la falta de vigilancia por los servicios sanitarios significa que sigue existiendo una clara falta de información relativa a la salud y las necesidades de atención social de los pacientes LGBTB.
Esta falta de control, significa que es imposible determinar el grado de desigualdad de los resultados, por lo que se presta poca atención a las necesidades específicas del colectivo. Los médicos suelen asumir que sus pacientes son heterosexuales, lo que lleva a dar informaciones erróneas y los pacientes se ven obligados a “salir” de sus médicos.
Una paciente lesbiana en Stockport comparte su experiencia con “The Guardian”: “Los médicos de cabecera suelen pensar con frecuencia que soy heterosexual, terminando en conversaciones desconcertantes al darse cuenta de su error, siento que me tratan de manera anormal y me discriminan con regularidad”, afirma una paciente lesbiana en Stockpot, en Londres. El Dr Tim Crocker-Buque, de la Asociación Médica Británica explicalo que sucede. “Todos los pacientes están preocupados por su salud, y los pacientes LGBTB tienen la preocupación añadida sobre la revelación de su orientación sexual por encima de eso de todo”.
En investigaciones recientes realizadas por asociaciones del colectivo se encuentra que casi dos tercios de las personas sentían que su médico de cabecera podía mejorar los servicios ofrecidos a los pacientes de la comunidad. Además, en dichas investigaciones que datan del año pasado y que giran en torno a los médicos de cabecera, se reveló que de 10.000 personas pertenecientes al colectivo, dos tercios calificaban a su médico de malo o muy malo.
Fuente: “Los médicos siguen dando por hecho que sus pacientes son heterosexuales”
