El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol (PP), conocido por su discutible utilización electoral de los instintos xenófobos de sus conciudadanos -y que con el apoyo de CiU gobierna una localidad que en el pasado fue feudo socialista- parece haber encontrado una nuevo colectivo contra el que dirigir sus invectivas: los practicantes de cruising en la playa de la Mora.
Albiol ha anunciado una intensificación de la presión policial “en contra de los viciosos” y directamente ha equiparado cruising y prostitución. “El ambiente de la playa de la Mora es poco recomendable porque está cargado de chaperos”, ha afirmado. Al parecer, el objetivo final de García Albiol sería obligar al colectivo nudista tradicional, que actualmente se ubica en playas más accesibles, a reubicarse en la Mora, separada del resto, y para ello necesita erradicar primero la práctica del cruising en esta.
El Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) consideran por su parte que las declaraciones del alcalde demuestran “intolerancia, ignorancia y homofobia”. Para el FAGC, se trata de un intento de criminalización del cruising. Su portavoz, Eugeni Rodríguez, ha expresado que el alcalde “parece no conocer la indefensión que padecen las personas que libremente practican el cruising y que muchas veces son objeto de agresiones homófobas”. Para la CUP, Albiol “confunde malintencionadamente el crusing con la prostitución”. Marta Farrés, militante de esta organización, cree que Albiol “equipara homosexualidad, vicio y degradación de la misma manera que lo hace con inmigración e inseguridad”.
ICV, por su parte, considera que lo que pretende el alcalde no es más que “arrinconar a los nudistas”. La presidenta de ICV en Badalona, Aïda Llauradó, considera por su parte que Albiol “ignora que el nudismo está permitido en todas las playas de Cataluña” y cree vergonzoso “que se utilice el pretendido cambio de ubicación del ‘actual punto de interés nudista’ como excusa para criminalizar el colectivo homosexual”.
El cruising, cuyo origen remoto fue la necesidad de relacionarse y mantener relaciones sexuales furtivas en un contexto represivo, se ha convertido con el paso de los años en una práctica arraigada en la subcultura gay y practicada por una parte del colectivo homosexual, no necesariamente en el armario. Tiene sus reglas y sus propios códigos, y se practica en lugares en los que generalmente existe tradición al respecto. Como no podía ser menos, también cuenta, dentro de la comunidad LGTB, con sus propios detractores.
Fuente:El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, llama “viciosos” a los practicantes de cruising y anuncia medidas policiales