Tweet
Una decisión muy esperada que por fin hemos conocido. El Gobierno de Escocia (país integrante del Reino Unido) ha anunciado este miércoles que presentará una proposición de ley para abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo, que con toda probabilidad saldrá adelante en su tramitación parlamentaria. Escocia será pionera en las islas Británicas en conceder este derecho.
El camino hacia la igualdad matrimonial queda así definitivamente despejado, después de que el propio Ejecutivo y toda la oposición política se hayan posicionado a favor. De hecho, un sondeo realizado el pasado junio mostraba que una mayoría de los diputados escoceses votaría a favor de la medida. Gays y lesbianas podrán casarse en ceremonias civiles y religiosas, en las confesiones que lo permitan. Se eliminará asimismo la exigencia a las personas transexuales de divorciarse y contraer una unión civil si iniciaban su proceso de reasignación de género estando casadas.
La noticia ha generado, como era de esperar, multitud de reacciones positivas. El coordinador de Equality Network, Tom French, ha destacado la libertad que se les da a las organizaciones religiosas para elegir si quieren o no celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo y que espera que la ley entre sea una realidad “el próximo año“. El líder liberal-demócrata Willie Rennie ha renovado también su apoyo a la reforma, que ha calificado de “pequeño pero importante paso hacia la igualdad“.
Por otra parte, también hemos conocido el resultado del proceso de consultas que se cerró el pasado diciembre: ha arrojado un 36% de opiniones a favor y un 64% en contra si se contabilizan el total de respuestas recibidas, que recordemos está influido por la poderosa campaña de los contrarios a la igualdad, que llegaron a distribuir 20.000 postales para convencer al Gobierno escocés de que diera marcha atrás. Si solo se tienen en cuenta las respuestas que siguieron el procedimiento oficial, las cifras se invierten: un 65% de las mismas son favorables y un 35% se oponen.
La principal oposición al matrimonio igualitario procede de sectores religiosos. La iglesia de Escocia, cuya asamblea general curiosamente ha aprobado la posibilidad de ordenar pastores homosexuales que mantengan relaciones de pareja, se pronunció en contra. Lo hizo, eso sí, a través de su comité de asuntos jurídicos y sin que la asamblea general discutiera el tema. Más rotunda ha sido la oposición de la iglesia católica escocesa, segunda en número de fieles. Probablemente a las presiones de la misma se debe el retraso en el anuncio por parte del Ejecutivo escocés (con mayoría absoluta de los nacionalistas del SNP), que debería haberse producido el pasado 10 de julio. Precisamente al confirmarse la noticia, un portavoz ha declarado que el Gobierno se estaría embarcando en un “peligroso experimento social a escala masiva” y que no consideran que la medida “una respuesta adecuada y que ayude frente a la atracción homosexual“.
Pero también en el campo religioso se han escuchado voces a favor. Un grupo de confesiones minoritarias, por ejemplo, entiende que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo supone de hecho una intrusión del estado en la libertad religiosa. También el reverendo David Chillingworth, cabeza de la iglesia episcopaliana escocesa (rama escocesa de la comunión anglicana) se ha mostrado a favor del proceso abierto.
Fuente: Escocia aprobará el matrimonio igualitario
El camino hacia la igualdad matrimonial queda así definitivamente despejado, después de que el propio Ejecutivo y toda la oposición política se hayan posicionado a favor. De hecho, un sondeo realizado el pasado junio mostraba que una mayoría de los diputados escoceses votaría a favor de la medida. Gays y lesbianas podrán casarse en ceremonias civiles y religiosas, en las confesiones que lo permitan. Se eliminará asimismo la exigencia a las personas transexuales de divorciarse y contraer una unión civil si iniciaban su proceso de reasignación de género estando casadas.
La noticia ha generado, como era de esperar, multitud de reacciones positivas. El coordinador de Equality Network, Tom French, ha destacado la libertad que se les da a las organizaciones religiosas para elegir si quieren o no celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo y que espera que la ley entre sea una realidad “el próximo año“. El líder liberal-demócrata Willie Rennie ha renovado también su apoyo a la reforma, que ha calificado de “pequeño pero importante paso hacia la igualdad“.
Por otra parte, también hemos conocido el resultado del proceso de consultas que se cerró el pasado diciembre: ha arrojado un 36% de opiniones a favor y un 64% en contra si se contabilizan el total de respuestas recibidas, que recordemos está influido por la poderosa campaña de los contrarios a la igualdad, que llegaron a distribuir 20.000 postales para convencer al Gobierno escocés de que diera marcha atrás. Si solo se tienen en cuenta las respuestas que siguieron el procedimiento oficial, las cifras se invierten: un 65% de las mismas son favorables y un 35% se oponen.
La principal oposición al matrimonio igualitario procede de sectores religiosos. La iglesia de Escocia, cuya asamblea general curiosamente ha aprobado la posibilidad de ordenar pastores homosexuales que mantengan relaciones de pareja, se pronunció en contra. Lo hizo, eso sí, a través de su comité de asuntos jurídicos y sin que la asamblea general discutiera el tema. Más rotunda ha sido la oposición de la iglesia católica escocesa, segunda en número de fieles. Probablemente a las presiones de la misma se debe el retraso en el anuncio por parte del Ejecutivo escocés (con mayoría absoluta de los nacionalistas del SNP), que debería haberse producido el pasado 10 de julio. Precisamente al confirmarse la noticia, un portavoz ha declarado que el Gobierno se estaría embarcando en un “peligroso experimento social a escala masiva” y que no consideran que la medida “una respuesta adecuada y que ayude frente a la atracción homosexual“.
Pero también en el campo religioso se han escuchado voces a favor. Un grupo de confesiones minoritarias, por ejemplo, entiende que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo supone de hecho una intrusión del estado en la libertad religiosa. También el reverendo David Chillingworth, cabeza de la iglesia episcopaliana escocesa (rama escocesa de la comunión anglicana) se ha mostrado a favor del proceso abierto.
Fuente: Escocia aprobará el matrimonio igualitario
