Desastre, pelea, caos, enfrentamiento. Son algunos de los términos con los que la prensa italiana se ha referido a la asamblea nacional del PD que tuvo lugar en Roma el sábado 14 de julio. La reunión degeneró, en efecto, en una lucha sin cuartel entre las distintas facciones del partido y, en particular, entre “laicos” y “católicos”. Hubo de todo, incluyendo gritos, protestas y peleas entre los delegados, que han demostrado carecer de una base programática común. El partido se ha mostrado muy dividido, por ejemplo, por lo que se refiere a las futuras alianzas electorales y a la oportunidad o no de organizar primarias para elegir el candidato a la presidencia del Gobierno.
Pero la discusión que más calentó el ambiente fue la que tuvo lugar el torno al reconocimiento de las parejas del mismo sexo. La asamblea aprobó, con 38 votos en contra, un texto (cuya presentación, el mes pasado, ya había desatado anteriores protestas entre los defensores de los derechos LGTB) elaborado por el comité de derechos que lidera la presidenta del partido y diputada católica Rosy Bindi. El texto no reconoce la existencia de las familias LGTB y califica erróneamente de inconstitucional al matrimonio igualitario. A lo más a lo que llega el documento es a proponer el reconocimiento de derechos limitados a las personas que convivan durante un tiempo, independientemente de su relación afectiva, parentesco o consanguinidad. Un documento que por lo que se refiere a los derechos LGTB sitúa al PD italiano en una posición más retrógrada que la de partidos europeos netamente conservadores, como el PP español o la UMP francesa.
Censurada una moción en favor del matrimonio igualitario
La presidencia de la asamblea se negó además a someter a votación una moción a favor del matrimonio igualitario presentada por la diputada abiertamente lesbiana Paola Concia (a la que entrevistamos en dosmanzanas hace unos meses), el vicepresidente del partido (también abiertamente gay) Ivan Scalfarotto y otros exponentes de la izquierda del PD.
La actuación de la presidencia generó críticas y protestas. El activista LGTB y delegado de la federación de Apulia, Enrico Fusco, tomó la palabra para decir que el texto aprobado era “arcaico, irrespetuoso y ofensivo para la dignidad de las personas. No es un paso adelante, sino un enorme paso atrás” y afirmó que hasta el político derechista y actual presidente de la Cámara de Diputados italiana, Gianfranco Fini, “es más avanzado que nosotros” en este tema. Ante estas protestas, el líder y secretario general del partido, Pierluigi Bersani (que nunca se ha mostrado favorable al reconocimiento del matrimonio igualitario, aunque algunos medios españoles así lo hayan afirmado), tomó la palabra para defender el texto aprobado por la asamblea y amenazó a los “rebeldes” con abandonar cualquier debate sobre los derechos LGTB. Varios delegados han anunciado de hecho su intención de darse de baja del partido y el activista LGTB Andrea Benedino ha rasgado teatralmente su acta de delegado en signo de protesta.
El PD y los derechos LGTB
El indudable vencedor de esta asamblea ha sido el sector católico del partido, que una vez más ha logrado imponer su criterio. Y es que lo ocurrido es solo el último episodio del debate sobre el reconocimiento jurídico de las parejas del mismo sexo que opone a las distintas facciones del PD y del que nos ocupamos en una reciente entrada. Baste como ejemplo el siguiente resumen de algunas de las declaraciones que se han sucedido en los últimos meses:
- Uno de los líderes del sector católico del partido, el exministro Beppe Fioroni, se ha posicionado en contra del reconocimiento de las parejas del mismo sexo y ha amenazado con presentarse a las primarias si el partido incluye una mención a los derechos de las minorías sexuales en su programa electoral.
- El secretario regional del PD en Piamonte, el católico Gianfranco Morgando, se ha posicionado en contra de la celebración de uniones simbólicas entre personas del mismo sexo.
- En Milán, el sector católico del PD, liderado por la portavoz del grupo municipal Carmela Rozza, se ha opuesto a cualquier medida en favor de las minorías sexuales y ha logrado obstaculizar la discusión sobre la aprobación de un simple registro municipal de parejas de hecho.
- Sendas polémicas sobre la materia han enfrentado a Paola Concia tanto con la presidenta del partido, Rosy Bindi, como como su vicepresidente, Ivan Scalfarotto.
- El alcalde de Florencia y posible candidato en las primarias, Matteo Renzi, ha presentado un programa en el que ha incluido un párrafo sobre los derechos LGTB, aunque sin mencionarlos expresamente. El político, miembro del grupo ultracatólico Comunión y Liberación, se ha pronunciado también en contra del matrimonio igualitario y de la adopción, aunque ha propuesto una ley de uniones civiles.
A todo esto hay que añadir las continuas declaraciones en las que el secretario del PD, Pierluigi Bersani, la presidenta del partido Rosy Bindi y los demás lideres del partido afirman que el matrimonio igualitario es “inconstitucional”. Se trata de una rotunda falsedad, ya que hay decisiones judiciales favorables, e incluso el propio Tribunal Constitucional italiano dictó en 2010 una sentencia, nº 138/2010, que dejaba en manos del Parlamento la facultad para decidir sobre la materia.
Teniendo en cuenta lo sucedido estos días, a lo que hay que sumar la ya conocida oposición de la derecha italiana al reconocimiento de los derechos LGTB y el hecho de que el PD parece abocado a presentarse a las próximas elecciones junto al partido católico UDC, parece evidente que Italia quedará definitivamente rezagada en los próximos años del resto de Europa por lo que al reconocimiento jurídico de las parejas del mismo sexo se refiere.
Fuente:El Partido Democrático italiano se sitúa entre los más retrógados de la Europa democrática en materia LGTB