La sangría no cesa en Honduras, donde a lo largo de estos últimos años se ha producido un recrudecimiento de la violencia homófoba y tránsfoba. Nos llega ahora la noticia del brutal asesinato de Jonathan José Pineda, de 22 años, al que un guardia de seguridad homófobo ha matado a balazos en la localidad de San Pedro Sula, ciudad en la cual los crímenes homófobos y tránsfobos están a la orden del día.
Al parecer, según recoge el diario hondureno La Tribuna, el asesino dedicaba habitualmente a la víctima insultos homófobos, que este respondía. “El tipo ese, siempre que mi amigo pasaba por ahí lo insultaba y se burlaba, pero era bien impulsivo, se molestaba y respondía a lo que el guardia le decía, por lo que nosotros le aconsejábamos que no le parara bola”, ha contado uno de sus amigos, que compartía apartamento con la víctima. “Ese hombre siempre lo amenazaba diciéndole que lo mataría; ojalá lo detengan para que pague por la muerte de José”, ha añadido.
El asesinato ocurrió a plena luz del día del pasado lunes, cuando Jonathan José Pineda caminaba por delante de la distribuidora para la que trabajada el guardia y este comenzó a dispararle. Pineda intentó huir pero las balas le alcanzaron. Falleció poco después de ser trasladado al hospital.
Honduras arrastra un triste historial por lo que al respeto de los derechos LGTB se refiere. Hace ahora un año hacíamos referencia a las decenas de asesinatos de personas LGTB cometidos en ese país a lo largo de los últimos años, una situación que empeoró tras el golpe de estado de junio de 2009. Una de las muertes más significativas fue la de Walter Tróchez, activista LGTB asesinado en diciembre de 2009. El régimen golpista celebró elecciones bajo su tutela, que llevaron a la presidencia a Porfirio Lobo, que poco a poco ha ido consiguiendo, de la mano de Estados Unidos, las bendiciones internacionales. Sin embargo, el Gobierno de Lobo no parece haber estado hasta ahora muy interesado en aclarar asesinatos como los de Tróchez o aliviar el clima de violencia contra las personas LGTB, y muy especialmente contra las mujeres transexuales.
El asesinato de Jonathan José Pineda es solo uno más de los muchos que vienen sucediendo, muchos de los cuales ni siquiera trascienden fuera del país. Incluso Estados Unidos, aliado del Gobierno hondureño, le ha exigido investigar dichos crímenes “vigorosamente” y ha equipado a una unidad creada específicamente para ello.
Fuente:El brutal asesinato de un joven de 22 años se suma a la ola de homofobia y transfobia que vive Honduras