El debate sobre los derechos de los gays y lesbianas sigue vivo entre las filas del PP. Ahora bien, con vistas a evitar que las discusiones se eternicen a partir de mañana en Sevilla, se quiere cerrar filas en torno a una enmienda transaccional que servirá para aunar criterios en el seno de la formación conservadora. ¿En qué consiste esa puntualización? Pues en un retoque a la ponencia política -redactada por el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti- que va a presentarse en la ciudad andaluza dentro del marco del Congreso Nacional del partido.
En esta ponencia se incluirá un párrafo donde se recalcará «el acatamiento de la sentencia que dicte el Constitucional sobre el alcance de la definición constitucional de matrimonio». Una alusión que deja claro el respeto al Poder Judicial por parte del Gobierno de Rajoy y, de paso, hace un guiño a los 50 diputados del PP que en 2005 interpusieron ante el Alto Tribunal un recurso contra la ley que regula las bodas de gays y lesbianas.
También se suprimirá del texto original de Basagoiti la frase más revolucionaria, aquella en la que el PP se comprometía a «elevar a la categoría legal y política de normal lo que en la calle es plenamente normal». Una fórmula ambigua con la que se podía llegar a defender en el futuro el matrimonio de gays y lesbianas. Como explicaba el político bilbaíno hace un par de días, «se hacía un alegato a la normalidad de un partido que reconoce a las personas del mismo sexo que quieren estar juntas, algo que asume el 90% o el 100% de la sociedad».
Dicho lo cual, el presidente del PP vasco nunca ha puesto en duda que su formación respetará el futuro veredicto del Constitucional. «En la ponencia no se dice nada que vaya contra el tribunal o contra el recurso del PP», ha recordado Basagoiti esta semana. En temas de gays y lesbianas, parece que este punto es el único en que la inmensa mayoría está de acuerdo dentro del partido que encabeza Mariano Rajoy.
¿Cristianos o no?
Las posturas más próximas a las tesis de Basagoiti vienen de Madrid. La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y Ángel Garrido, presidente del pleno del Ayuntamiento, incluso han dado un paso más. No han dudado en quitar importancia a la impugnación de la ley del propio PP, al decir que «este tipo de recursos tardan años en resolverse y al final quedan extemporáneos». Es decir, dan a entender que el recurso puede acabar 'muriendo' en favor de la normalización social y legal de los derechos de gays y lesbianas. Así se explica que ambos hayan exigido una reivindicación «clara» del matrimonio homosexual y de su derecho a la adopción.
Cifuentes y Garrido piden también la retirada de la palabra 'cristiano' de la ponencia social que va a debatirse en el Congreso Nacional. «Es improcedente proponer como base ideológica la que corresponde a una convicción religiosa», explican estos políticos madrileños. Una postura que se ha encontrado con la oposición contundente de Javier Arenas, vicesecretario general de Política Regional y Local del PP: «La vinculación con el humanismo cristianismo responde a una relación histórica e ideológica», argumenta Arenas, que se siente respaldado por la militancia.
Fuente: El debate sobre el matrimonio homosexual remueve las aguas en el PP