El PP podrá gobernar además ante una oposición parlamentaria muy debilitada, dada la intensidad de la debacle socialista: el PSOE se derrumba desde los 169 hasta los 110 escaños. Ganan peso, eso sí, Izquierda Unida, que pasa de 2 a 11 escaños (y contará con grupo parlamentario propio) y UPyD, que pasa de 1 a 5 escaños.
CiU mejora sensiblemente su representación, pasando de 10 a 16 escaños, mientras que el PNV matiene sus 5 escaños y grupo propio. ERC, BNG y Coalición Canaría mantienen intactos sus 3, 2 y 2 escaños, respectivamente.
La alianza Equo/Compromís entra en el Parlamento con 1 escaño, aunque lo hace gracias a su “pata valenciana” (no ha conseguido representación en Madrid). El Foro Asturias de Francisco Álvarez Cascos consigue otro escaño, mientras que Geroa Bai mantiene el escaño que antes pertenecía a Nafarroa Bai. Pero el resultado más impactante entre las fuerzas minoritarias es el de la coalición Amaiur, que entra por la puerta grande del Congreso con 7 escaños (6 en Euskadi y 1 en Navarra).
Por lo que respecta al Senado, no detallaremos su composición, dada su escasa relevancia en términos políticos, pero en este caso la mayoría popular es mareante. De los 208 senadores a elegir, el PP consigue 136. Sumados a los senadores nombrados por los parlamentos autonómicos, el PP queda al borde de los tres quintos (cifra que en otras circunstancias sería clave: le permitiría nombrar a los cuatro miembros del Tribunal Constitucional cuyo nombramiento corresponde al Senado sin necesidad de llegar a acuerdo alguno con otros grupos. No es previsible que suceda durante la próxima legislatura: el Senado no debe renovar los miembros del Constitucional que le corresponden hasta 2020).
Victoria popular, pero sobre todo debacle socialista
En términos de votos totales, la conclusión es clara: no ha sido solo la gran movilización de los votantes del PP la que le ha permitido obtener un resultado histórico. El PP ha obtenido algo más de 10.830.000 votos (casi 600.000 más que en 2008, el 44,6%), pero ha sido el castigo de los votantes hacia el PSOE, que pierde más de cuatro millones de votos (se queda en siete millones, el 28,7%) el que explica la magnitud de lo sucedido. Una realidad que en este caso no se verá modificada por el voto de los españoles residentes en el extranjero, que se contabilizará el miércoles (solo 138.000 han solicitado votar en estas elecciones).
Más de cuatro millones de votos de los cuales la mitad podrían haber ido a fuerzas como el propio PP, IU (que consigue setecientos mil nuevos votantes) y UPyD (que mejora en ochocientos mil). Otros muchos se han quedado en casa o han optado por fuerzas minoritarias o por el voto blanco o nulo (este último, la expresión más clara del “descontento activo”, experimenta un notable aumento, hasta el 1,29% de los votos totales emitidos. Casi los mismos votos que el PNV… Los votos en blanco también suben, hasta el 1,37%).
Zapatero sigue siendo el Presidente más votado de la democracia
Lo que resulta indiscutible es que, por acción o por omisión, de forma masiva los españoles han otorgado a Mariano Rajoy su confianza para ser el próximo Presidente del Gobierno. Habrá que ver ahora si cumple la palabra dada en su primer discurso tras la victoria electoral y gobierna para todos los españoles, o si aprovecha su mayoría parlamentaria para, entre otras acciones, dar marcha atrás en los avances logrados en materia LGTB y reestablecer la división entre ciudadanos de primera y de segunda en materia de derechos civiles.
En este sentido, cabe destacar que Mariano Rajoy, pese a su histórica victoria, no ha conseguido igualar los votos conseguidos por José Luis Rodríguez Zapatero en 2008, que con 11.289.335 votos se convirtió en el presidente del Gobierno más votado de la historia de la democracia española en números absolutos. Un récord que consiguió después de una primera legislatura durante la cual se produjo el mayor avance de derechos civiles para las personas LGTB de la historia de España, como la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo o la ley de identidad de género.
Fuente: Los españoles otorgan al PP un poder prácticamente absoluto