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Fuente: http://www.ultimahora.es/segunda.dba?-1+6+332009
La primera boda en España de un guardia civil gay se celebrará en Mallorca
El agente de Vilafranca solicitó en 2002 poder vivir en la casa cuartel con su novio y ahora contraen matrimonio
JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS
Tanto el guardia civil como su compañero sentimental desean que la boda, la primera de estas características en España, se celebre en la más estricta intimidad, en presencia sólo de sus amigos más cercanos y algunos familiares. Los trámites ya están cumplimentados y la ceremonia civil se celebrará en los próximos días.
El encargado de casar a los novios será el alcalde de la localidad elegida por la pareja y el escenario, el ayuntamiento. Una fuente consultada por este periódico explicó que el guardia y su compañero ya han acudido en varias ocasiones a la casa consistorial para ultimar los preparativos y añadió que «ya está todo listo, aunque ellos desean que sea un acto muy íntimo». El caso del agente homosexual que pedía vivir con su novio en el cuartel, por primera vez en los 151 años de historia del Cuerpo, fue desvelado por Ultima Hora en noviembre de 2002 y le sucedió una polémica que trascendió el ámbito local. Al día siguiente todos los medios de comunicación nacionales, sin excepción, se hicieron eco de la noticia.
La presión mediática y del entorno del guardia fue tan fuerte que se dio de baja psicológica. Sin embargo, siguió decidido a luchar por lo que consideraba justo y su petición fue estudiada, en primer lugar, por la Junta de Mandos de la Comandancia de Palma, encabezada entonces por el ahora general Cristófol Santandreu. La polémica fue tal que el caso traspasó las competencias de este organismo y el propio director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, tomó cartas en el asunto. Los artículos 12 y 16 de la Orden General de la Dirección General, firmada el 8 de agosto de 1994, eran el principal obstáculo en el camino de la pareja para conseguir una vivienda en la casa cuartel. La orden hacía referencia a la regulación de los pabellones y estipulaba lo siguiente: «Podrán habitar en el pabellón el adjudicatario, su cónyuge o persona con la que forme pareja heterosexual estable y los familiares de ambos hasta el segundo grado de parentesco. Para el resto de personas se requerirá autorización escrita del mando que tenga facultad para la adjudicación. A efectos del presente artículo se considerará la existencia de pareja heterosexual estable no casada cuando siendo ambos mayores de edad, sin impedimentos para contraer matrimonio entre sí, se haya producido la convivencia marital durante un período ininterrumpido de dos años, como mínimo, o se haya manifestado la voluntad de constituirla mediante escritura pública».
La primera boda en España de un guardia civil gay se celebrará en Mallorca
El agente de Vilafranca solicitó en 2002 poder vivir en la casa cuartel con su novio y ahora contraen matrimonio
JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS
Tanto el guardia civil como su compañero sentimental desean que la boda, la primera de estas características en España, se celebre en la más estricta intimidad, en presencia sólo de sus amigos más cercanos y algunos familiares. Los trámites ya están cumplimentados y la ceremonia civil se celebrará en los próximos días.
El encargado de casar a los novios será el alcalde de la localidad elegida por la pareja y el escenario, el ayuntamiento. Una fuente consultada por este periódico explicó que el guardia y su compañero ya han acudido en varias ocasiones a la casa consistorial para ultimar los preparativos y añadió que «ya está todo listo, aunque ellos desean que sea un acto muy íntimo». El caso del agente homosexual que pedía vivir con su novio en el cuartel, por primera vez en los 151 años de historia del Cuerpo, fue desvelado por Ultima Hora en noviembre de 2002 y le sucedió una polémica que trascendió el ámbito local. Al día siguiente todos los medios de comunicación nacionales, sin excepción, se hicieron eco de la noticia.
La presión mediática y del entorno del guardia fue tan fuerte que se dio de baja psicológica. Sin embargo, siguió decidido a luchar por lo que consideraba justo y su petición fue estudiada, en primer lugar, por la Junta de Mandos de la Comandancia de Palma, encabezada entonces por el ahora general Cristófol Santandreu. La polémica fue tal que el caso traspasó las competencias de este organismo y el propio director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, tomó cartas en el asunto. Los artículos 12 y 16 de la Orden General de la Dirección General, firmada el 8 de agosto de 1994, eran el principal obstáculo en el camino de la pareja para conseguir una vivienda en la casa cuartel. La orden hacía referencia a la regulación de los pabellones y estipulaba lo siguiente: «Podrán habitar en el pabellón el adjudicatario, su cónyuge o persona con la que forme pareja heterosexual estable y los familiares de ambos hasta el segundo grado de parentesco. Para el resto de personas se requerirá autorización escrita del mando que tenga facultad para la adjudicación. A efectos del presente artículo se considerará la existencia de pareja heterosexual estable no casada cuando siendo ambos mayores de edad, sin impedimentos para contraer matrimonio entre sí, se haya producido la convivencia marital durante un período ininterrumpido de dos años, como mínimo, o se haya manifestado la voluntad de constituirla mediante escritura pública».
