Norris había decidido renunciar a su candidatura en agosto, tras divulgarse que hace 14 años había enviado una carta a la justicia israelí para interceder por un antiguo amante acusado de mantener relaciones sexuales con un menor palestino de 15 años. “No me arrepiento de haber apoyado y pedido clemencia por un amigo, pero siento haber dado la impresión de que no sentí suficiente compasión por la víctima del delito que Ezra cometió”, explicaba entonces. Norris argumentó que prefería abandonar la carrera antes de que el perjuicio se extendiera a personas próximas a su figura política o a su propia vida personal.
Sin embargo, tras la renuncia Norris continuó recibiendo un gran apoyo popular, como demostraron encuestas que le seguían situando como el preferido de los irlandeses para ocupar la Presidencia incluso tras la retirada.
Tras replantearse la decisión, Norris se enfrentaba de todas formas a un importante obstáculo: para poder concurrir a las elecciones presidenciales irlandesas se necesita ser nominado por al menos veinte parlamentarios o contar con el aval de al menos cuatro municipios. Algo nada fácil para un candidato como Norris, un senador independiente que no cuenta con el apoyo de ninguno de los grandes partidos. Sin embargo, Norris ha conseguido finalmente el aval de los cuatro municipios. El último de ellos, el de Dublín, la capital.
¿Primer jefe de Estado abiertamente homosexual del mundo?
Si Norris acabará ganando las elecciones del próximo 27 de octubre (en las que se enfrenta a otros seis candidatos, incluidos los de los principales partidos irlandeses) se convertiría en el primer jefe de Estado abiertamente homosexual del mundo (la primera ministra islandesa, la lesbiana Jóhanna Sigurðardóttir, es jefa de Gobierno pero no jefa de Estado).
La presidencia de la República de Irlanda, que se elige por sufragio universal cada siete años, es un cargo de importancia relativa, dado que el poder ejecutivo real recae sobre el Gobierno que se conforma cada cinco años de acuerdo al resultado de las elecciones parlamentarias. Sin embargo, no deja de tener una gran carga simbólica y posee ciertos poderes y capacidad de influencia.
Además de senador independiente y gay, Norris es un destacado académico experto en James Joyce y practica la fe anglicana en un país en el que el catolicismo ha sido, durante siglos, un rasgo de identidad nacional. Toda una serie de “peculiaridades” que no le impiden ser un político respetado y muy popular.
Fuente: David Norris, abiertamente gay, será finalmente candidato a la Presidencia de Irlanda