Desde hace varios meses, Jamey posteaba sobre el bullying y el suicidio. El pasado 8 de septiembre, por ejemplo, se lamentaba de que a nadie en su colegio le importara prevenir suicidios y se quejaba de que los insultos homófobos que recibía lo estaban “destrozando“, y añadió un post para recordar la celebración de la Semana Nacional para la Prevención del Suicidio. Un día después publicó: “Siempre digo que me están acosando, pero nadie me escucha. ¿Qué tengo que hacer para que la gente me escuche?“. Sus últimos mensajes, el domingo pasado, fueron para expresar su deseo de ver a su bisabuela, que había fallecido recientemente, y otro para dar las gracias a la cantante Lady Gaga, a quien admiraba.
Algunos de los comentarios que Jamey recibía continuaron el acoso, esta vez por vía cibernética: “JAMEY ES ESTÚPIDO, GAY, GORDO Y FEO. ¡DEBE MORIR!“, se podía leer en la plataforma Formspring, que permite mensajes anónimos. Otro mensaje rezaba: “No me importaría que murieras. A nadie le importaría. Así que hazlo y punto. ¡Todos serían MUCHO más felices!“. Afortunadamente también hubo quien salió en su defensa, aconsejándole que no escuchara a los “cobardes” o manifestando que “todo el mundo quiere a Jamey, y si tú no, entonces evidentemente no te has molestado en conocerlo“.
Por desgracia, los apoyos no pudieron con el acoso. La madre del chico, Tracy Rodemeyer, declaró no haber sido consciente de “la cantidad de gente a la que conmovió“. Rodemeyer dijo que su hijo dudaba sobre su sexualidad desde hacía un año y que sus compañeros de clase se aprovecharon de ello para injuriarlo. Varios amigos del chico informaron de los mensajes de éste a los orientadores del colegio. Según su madre, Jamey tenía problemas emocionales y tendencias suicidas desde quinto curso. A pesar de que le preguntaban sobre ello, su hijo negaba que algo fuera mal. Rodemeyer dijo también que un trabajador social y un terapeuta estaban ayudando a Jamey.
Las reacciones en Tumblr han sido de sorpresa y tristeza. “¿Jamey Rodemeyer está muerto?“, se preguntaba una persona. “No lo puedo creer. No sé qué decir. Aunque no lo conocía en persona, es duro enfrentarse a su suicidio“. Otro usuario escribía: “Vivía a 45 minutos de mí. Me duele pensar que ni una sola persona pudiera dar la cara por este chico“. Se da la circunstancia de que Jamey colaboró con su propio vídeo en el proyecto It gets Better, del que nos hemos hecho eco en dosmanzanas. Lo recogemos a continuación como un tributo a su memoria: