En los últimos años ha aumentado de forma espectacular el número de mujeres solas o las que acuden a la clínica en compañía femenina que solicitan semen para engendrar un hijo mediante inseminación artificial. Cada año duplica al anterior, asegura el propio doctor Miguel Ruiz.
También hay parejas masculinas que acuden a la clínica para solicitar ayuda para poder tener un hijo. “Estos casos se dan, pero son diferentes ya que lo que necesitan es un útero subrogado --útero de alquiler-- que nuestra legislación española lo prohíbe”.
También tienen casos de matrimonios heterosexuales con problemas uterinos ella, pero con óvulos, y la dirigen fuera de España para concebirlo.