Se trata, en realidad, de un estudio publicado ¡en 1996! (ver abstract) pero ha bastado un artículo publicado en el blog “The Big Questions” de Psichology Today para que lo recojan numerosos medios LGTB. Por su curiosidad lo hacemos nosotros también. El estudio muestra que los varones heterosexuales homófobicos se excitan más contemplado pornografía gay que los heterosexuales no homofóbicos. Los autores del estudio, del Departamento de Psicología de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) dividieron a un grupo de varones en dos subgrupos en función de los resultados de un cuestionario (validado en 1980) para medir las actitudes frente a la homosexualidad (el “índice de homofobia”). 35 hombres fueron considerados homófobicos, frente a 29 que fueron considerados no homofóbicos. A continuación se les mostró tres tipos de películas de contenido pornográfico durante unos minutos: porno heterosexual, porno lésbico y porno gay, y se valoró su grado de excitación mediante un dispositivo que mide la erección del pene.
Curiosamente, el grupo de varones homófobicos mostro un grado mayor de excitación al contemplar el porno gay que el grupo de varones no homofóbicos, diferencia que no existía al contemplar el resto de imágenes.
Un resultado que, más allá de las críticas que puedan hacerse al estudio, se encuentra en la línea de uno de las creencias más extendidas, sobre todo entre la población LGTB: que muchos hombres homofóbicos son, en realidad, homosexuales reprimidos que intentan compensar, consciente o incoscientemente, el rechazo que dicha realidad les produce.
¿Tópico manido o realidad, al menos en parte? Difícil conocer la respuesta…
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