Enviado Flick el 06 junio 2011
La polémica está en los medios: el nuevo Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de Historia, obra sufragada con dinero público, presenta una imagen dulcificada de Francisco Franco, el dictador fascista que gobernó España durante casi cuarenta años. El perfil del dictador fue encargado al historiador Luis Suárez, miembro del Opus Dei, vinculado a la Fundación Francisco Franco y presidente de la Hermandad del Valle de los Caídos. Y además, homófobo…
En 2008, en un artículo titulado Salvar el amor (publicado por la revista de la Hermandad del Valle de los Caídos) Luis Suárez calificaba el matrimonio entre personas del mismo sexo como una “monstruosidad contra la naturaleza”. Suarez criticaba la asignatura de Educación para la Ciudadanía: “lo que se trata es formar en una nueva ética que desconozca los derechos naturales humanos y los reduzca únicamente a ser un convenio que entre nosotros vamos adoptando, en el cual puede entrar hasta la monstruosidad contra la naturaleza de que una persona pueda presentarse a una boda de hombre con su marido. Esto es algo que pagaremos más pronto o más tarde. Lo estamos pagando ya”, afirmaba.
Luis Suárez llega a alabar a Franco como gobernante católico que actuó como freno, entre otros supuestos males, a la homosexualidad. Fue en el artículo Hablemos de Franco, publicado en 2007. “Franco vivió, gobernó y murió siempre como católico. Así lo han reconocido amigos y enemigos. Fue el último de los grandes Jefes de Estado que invocó esta condición como un sometimiento. Los tiempos habían cambiado y él contaba con edad suficiente para no comprender qué ventajas podían lograrse con este cambio: si el aborto, la eutanasia, la homosexualidad y la manipulación de la vida genética humana deben reputarse como bienes, según ahora se dice, es indudable que él era incapaz de entenderlo. Su obra es como cimiento invisible para el nuevo edificio. Deberíamos pensar más en los aspectos positivos y menos en los fallos que, como en toda obra humana, no pueden faltar”.
“Siento un profundo desprecio hacía la democracia”
No son las únicas perlas que este personaje -para cual Franco no fue un dictador- ha escrito. Suárez ha llegado a expresar, literalmente, su abierto desprecio hacia la democracia. “El progreso no depende de las mayorías, que se equilibran en el disfrute (…) Son siempre las minorías las que crean el progreso y hacen lo importante. Minorías son los sabios, minorías son los artistas, minorías son los santos. Si invertimos los términos entonces qué encontramos. Un mundo de ignorantes, un mundo de pecadores, un mundo de utilitarios, un dominio del placer sobre lo que es el ser humano”, escribe luego. En el mismo artículo, Suárez se define como un “liberal”.
En otros artículos, Suárez desprecia a los votantes socialistas, a los que presenta como “cobardes” que han entregado el poder a Zapatero, o critica el concepto de tolerancia, “la palabra más engañosa” del diccionario…