El ayuntamiento de Múnich (Alemania) acordó la semana pasada construir un monumento para honrar la memoria de las víctimas homosexuales del Holocausto. El diseño se conocerá antes del verano y será decidido por un jurado entre los participantes.
La localización del monumento, en una zona céntrica de la ciudad entre las calles Oberanger y Dultstraße, es simbólica. En este lugar se encontraba el Schwarzfischer (“El Pescador Negro”), un local de ambiente donde los nazis llevaron a cabo una redada el 20 de octubre de 1934. Se trata de los inicios de la represión a gran escala de gays y lesbianas. El concejal Thomas Niederbühl, del partido Rosa Liste, ya señaló este emplazamiento en 2008 como el ideal para la construcción del memorial.
Igual que ocurrió en Berlín, algunos políticos expresaron sus dudas sobre si el monumento debía representar también a las lesbianas. Niederbühl y Lydia Dietrich, perteneciente a Die Grünen (“Los Verdes”), afirmaron que no serían ignoradas. Por parte de la CSU (Unión Social Cristiana), el portavoz de Cultura Richard Quaas declaró que desde hace mucho tiempo “ha habido consenso en no establecer ninguna diferenciación entre los grupos de víctimas en monumentos o memoriales“. No existe por ahora ningún memorial en Múnich para una categoría concreta de víctimas del Holocausto. La CSU, sin embargo, ha dado su apoyo al proyecto.
Niederbühl también está a favor de no erigir demasiados monumentos diferenciados. No obstante, opina que “el recuerdo de las víctimas homosexuales del nacionalsocialismo fue silenciado durante tanto tiempo que existía una demanda” para esta iniciativa. A este respecto, recordamos que en 1985, asociaciones LGTB instalaron una placa en el campo de Dachau, aunque tuvieron que pasar diez años más para que los gays fueran aceptados como colectivo de víctimas. El Artículo 175, por el que se perseguía a los homosexuales, no fue completamente derogado hasta 1994. En 2008 fue inaugurado en Berlín un memorial, similar a los que también existen en Ámsterdam o Barcelona.
La ciudad de Múnich está gobernada por una coalición entre el SPD (socialdemócratas), verdes y Rosa Liste, partido por los intereses de gays y lesbianas que desde 1996 mantiene un concejal en la ciudad, siendo el primer partido LGTB de Europa en lograr representación municipal.