Al menos una persona homosexual, transexual o bisexual murió violentamente en Perú cada semana entre 2006 y 2010, según un estudio preliminar presentado hoy en Lima por el Movimiento Homosexual de Lima (Mhol).
Las cifras son estimaciones basadas en un compendio de casos reportados por la prensa peruana en 15 regiones del país, así como entrevistas personales a miembros de la comunidad homosexual, explicó hoy en conferencia de prensa Giovanny Romero, miembro del Mhol.
Con motivo del "Día nacional de lucha contra la violencia y los crímenes de odio", que se celebrará mañana martes en Lima con una romería, estos activistas dieron a conocer parte de los datos que recogen en su informe y que presentarán en su totalidad a mediados del próximo mes de junio en el Congreso de la República.
Frente a las estimaciones de la Comisión ciudadana contra los crímenes de odio de México, que calcula que de cada caso de asesinato a homosexuales reportado por los medios de comunicación hay otros cuatro ocultos, el Mhol consideró que en Perú el "ratio" es de 1 por cada 2.
Según el informe del Mhol, en los últimos cinco años fueron asesinadas 249 personas en Perú debido a su orientación sexual o identidad de género.
Así, en 2006 y 2008, hubo 42 muertes de estas características, tres personas fallecidas más que en 2007.
Fue en 2009 cuando se produjo el "pico" de crímenes por razones de orientación sexual, con 81 muertes, mientras que en 2010 hubo 45 muertes.
Según sus investigaciones, los "gais" fallecidos son personas adultas con solvencia económica que mueren en sus casas u hoteles, mientras que las lesbianas son violentadas sexualmente por personas de su entorno para "disciplinarlas", señaló Romero.
Las muertes de transexuales, que son habitualmente trabajadoras del sexo, son causadas por sus clientes o proxenetas, de acuerdo con los casos analizados por el Mhol.
Para Romero, los "crímenes de odio" buscan dar un claro mensaje a la comunidad a la que pertenecen, que es el de evidenciar "cuán asquerosos" son sus integrantes en un acto de claro "desprecio" hacia sus miembros, sentenció el activista.
Además de los actos violentos perpetrados por ciudadanos, Romero, que reclamó la aprobación inmediata de una ley que tipifique y sancione los crímenes de odio en Perú, se refirió a la "homofobia de Estado", que ejemplificó con la Ley de Régimen Disciplinario de la Policía Nacional (2009), que, según él, "sanciona explícitamente la homosexualidad".
Romero y su compañero Crissthian Olivera, integrante también del Mhol, rechazaron el uso de la violencia policial para mantener el orden público en "actos simbólicos" como lo ocurrido el pasado mes de febrero en la plaza de armas de Lima, cuando parejas de homosexuales fueron agredidas por agentes mientras se besaban frente a la escalinata de la catedral.