Por Alexander Rocha
Bajo el lema "Rusia no es Irán", diversos activistas por los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales decidieron protagonizar el Orgullo LGTB de Moscú.
El evento, pese a la resolución favorable del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, fue prohibido por las autoridades, alegando que habían recibido muchas críticas de grupos conservadores y que no podían garantizar la seguridad del acto.
Grupos conservadores también habían amenazado con acudir a la capital rusa para agredir a quien exigiese la igualdad de todos los ciudadanos.
Finalmente, los activistas decidieron participar en el acto pese a las circunstancias desfavorables que envolvían al mismo.
Los grupos conservadores acudieron finalmente al evento y agredieron brutalmente a los manifestantes LGTB.
Un miembro del grupo ortodoxo Leonid SImonovich-Nikshich declaró a la AFP que "Hemos venido aquí para evitar que este evento ocurra. Dios quemó a Sodoma y Gomorra y quemará Moscú si dejamos que pasen cosas así".
La policía, tras comenzar la violencia por parte de los grupos homófobos, despejó de forma inhumana a todas las personas convocadas, tanto por parte de los manifestantes LGTB como de los extremistas homófobos.
Distintas imágenes que incluyen algunos de los momentos más tensos del evento han sido publicadas por activistas que participaron en el evento. Dicho material gráfico demuestra las formas de la policía rusa para despejar la manifestación.