La Policía de la isla de Granada ha detenido a un hombre de 41 años acusado de mantener relaciones homosexuales con un joven de 17 años. La detención no se produce debido a la edad del joven, ya que en ese país caribeño la edad legal para mantener relaciones sexuales consentidas son los 16 años, sino porque las relaciones sexuales entre varones siguen siendo allí ilegales. Una prohibición que rara vez se aplica, pero cuya persistencia pende como espada de Damócles sobre la población gay de la isla caribeña. El ahora detenido, de hecho, se enfrenta a una posible pena de hasta diez años de cárcel.
Conviene recordar que, salvo excepciones, los estados del Caribe, especialmente los de habla inglesa, constituyen una de las áreas del mundo en las que la homofobia social es más intensa. El más conocido es el caso de Jamaica, pero no es el único. Hace pocas semanas recogíamos, por ejemplo, la agresión sufrida por tres turistas en Santa Lucía, otra pequeña isla caribeña cercana a la propia Granada.