Enviado Flick el 11 abril 2011
Ha ocurrido en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Valencia. El párroco se negó a administrar la comunión a Pilar Gómez durante el acto de bendición del Jesucristo Prendido, cofradía a la que pertenece desde su fundación. “Me han negado lo más grande para mí, el sagrado sacramento“, se lamenta Pilar Gómez, creyente y católica practicante. El motivo: Pilar, de 52 años, separada y madre de dos hijos, es lesbiana y convive en la actualidad con otra mujer.
La prohibición de comulgar afectó a otras dos personas, también homosexuales, y a un separado. Según informa el diario Levante, José Polo, el párroco, citó al presidente de la Cofradía del Prendimiento de Jesús del Canyamelar y le pidió que les comunicara a los cuatro miembros referidos que se abstuvieran de comulgar. “Dijo que habían dado órdenes de arriba, del arzobispado“, ha explicado el presidente de la cofradía. Respecto al porqué ahora y no antes, este ha explicado que la argumentación del párroco fue que “con la imagen en el altar” no lo creían oportuno y que “su pecado era muy evidente“. En cuanto lo supo, Pilar Gómez solicitó una audiencia con el párroco. “Se reafirmó en que me iba a negar la comunión porque, según él, ha habido una denuncia pública“, explica Pilar. “No es porque seamos lesbianas sino porque vivimos bajo el mismo techo“, según las explicaciones que le dio.
Horas antes de que se celebrara el acto religioso, Begoña Sorolla, presidenta de la Semana Santa Marinera de Valencia, les telefoneó para convencerles. En torno a las seis de la tarde se reunieron con ella en un bar. “Nos dijo que había hablado con un secretario del arzobispado de Valencia y que querían que les confirmáramos que no íbamos a hacer amago de comulgar“, asegura Pilar. Los otros tres decidieron abstenerse de comulgar temiendo que “se les señalara con el dedo“. “Pero a mí no me convencen“, reconoce Pilar.
Para evitar el “escándalo”, y con la iglesia a rebosar, el párroco informó que las personas que quisieran comulgar esperaran al final de la misa. Una vez finalizada, tardó hasta veinte minutos en salir, según relata Pilar. “No salía porque sabía que yo quería comulgar“, cuenta. Finalmente, y tras dejarla la última, José Polo se negó a darle la comunión. Pilar rompió a llorar. Su madre, que la acompañaba, se negó a recibir el sacramento.
“Esto va en contra de los valores que he recibido desde niña“, se lamenta Pilar Gómez, para la cual su fe cristiana es un aspecto fundamental de su vida. En la misma iglesia en la que ahora le niegan la comunión es donde fue bautizada, tomó su primera comunión y bautizó a sus propios hijos. Gómez lamenta especialmente la hipocresía de la jerarquía. “Desde hace años se sabe que hay gente que vive en pecado y hacen la vista gorda. O todos moros o todos cristianos“, afirma.
Lambda le ofrece su apoyo
El Col·lectiu Lambda de Valencia ha ofrecido todo su respaldo a Pilar Gómez, de quien ha alabado su valentía por denunciar lo sucedido, al tiempo que ha acusado a la jerarquía católica de “practicar la doble moral, de machista y de discriminar a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, practiquen o no la fe cristiana“.
Para Rafel Abat, portavoz del Grupo de Asuntos Religiosos de Lambda, “el mensaje de amor, libertad, solidaridad, de acompañamiento de las personas excluidas y de liberación de nuestros miedos es el que nos dejó Jesús. Por eso no seguimos ningún código de derecho canónico ni ninguna norma que nos oprima. Si él no excluye ninguna persona, ¿por qué sí lo hace la mayoría de la jerarquía católica?“. “Animamos -ha continuado Abat- a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales creyentes a acercarse sin miedo a tomar la comunión, a acudir a sus parroquias habituales, a no autoexcluirse, a vivir la orientación sexual y la identidad de género abiertamente, igual que la fe, y a hacerlas compatibles. Nos preguntamos cuándo dejarán de considerarnos personas pecadoras, cuándo dejarán de controlar y manipular nuestras conciencias en los confesionarios. Vivimos nuestra orientación sexual e identidad de género desde la afectividad y el amor“.