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La representación teatral tiene como trasfondo la visita del papa a Barcelona
Una obra con un club gay atestado de "peregrinos" indigna a los ultracatólicos y al PP
G.P.
"La llegada del Santo Padre a Barcelona ha disparado las visitas a la Sagrada Familia y ha aumentado la venta de recuerdos, crucifijos y todo tipo de merchandising cristiano. Y, de rebote, el sector hotelero y de la restauración hace su agosto en pleno otoño. La visita papal y todo su peregrinaje también han hecho que en La llum, un local de hombres donde se practica el sexo, esta noche no den abasto". Así reza la sinopsis de la obra Gang Bang del Teatro Nacional de Cataluña, que no se ha estrenado todavía y ya ha levantado polémica. El colectivo ultracatólico E-cristians ya ha alertado de que estudiarán "si hay base legal para presentar una querella" y "si es posible pedir la suspensión cautelar del espectáculo". Mientras, desde el PP ya han criticado la pasividad de la Generalitat ante "una obra que ofende de manera expresa y gratuita a muchos catalanes con creencias católicas".
La sinopsis de Gang Bang, obra dirigida por Josep Maria Miró, explica como en las horas previas a la visita papal a Barcelona en un club gay “peregrinos y habituales confluyen” y aparecen “una catequista drogada de GHB o un joven que acaba de cumplir los dieciocho y para celebrar tanto el aniversario como la feliz coincidencia con el líder del Vaticano quiere ofrecer su cuerpo a todos aquellos que deseen poseerlo…”. Ya el título de la obra hace referencia según el libreto “al intercambio durante una violación en grupo, pero también ha ido adquiriendo nuevos significados cuando esta práctica se hace de forma consentida”.
Malestar católico
La obra se estrena el jueves, pero ya ha levantado suspicacias. El colectivo ultracatólico E-Cristians ha anunciado que “nuestros abogados irán a verla” y “decidirán si hay base legal para presentar una querella”. En declaraciones recogidas por La Razón, el presidente de la entidad, Josep Miró Ardèvol, advierte de que valorarán si “es posible pedir la suspensión cautelar del espectáculo, aunque sabemos que resulta difícil conseguirlo”.
El autor “no es precisamente un genio”
“Nos parece mal que se utilice dinero público para utilizar la figura del Papa como gancho publicitario y querer escandalizar relacionándolo con prácticas sexuales aberrantes”, insiste el presidente de E-cristians, que denuncia que “es una obra de carácter efímero, escrita a toda prisa, con un hecho de actualidad que el autor, que no es precisamente un genio, debería haber sabido interiorizar bien”.
El PP se suma a las críticas
Estas voces críticas han encontrado la comprensión de la portavoz del PP en la Comisión de Cultura del Parlament, Alicia Alegret, quien acusa a Ferran Mascarell, conseller de Cultura de la Generalitat, de mirar “a otro lado” ante una obra “que ofende de manera expresa y gratuita a muchos catalanes con creencias católicas”.
Decadencia de valores
El dramaturgo Josep Maria Miró, según recoge La Vanguardia, ha mostrado su perplejidad ante las cuando todavía ni se ha estrenado la obra y dicho que ésta no habla "ni de sexo ni del papa", sino de la decadencia de los valores en el mundo occidental.
Una obra con un club gay atestado de "peregrinos" indigna a los ultracatólicos y al PP
G.P.
"La llegada del Santo Padre a Barcelona ha disparado las visitas a la Sagrada Familia y ha aumentado la venta de recuerdos, crucifijos y todo tipo de merchandising cristiano. Y, de rebote, el sector hotelero y de la restauración hace su agosto en pleno otoño. La visita papal y todo su peregrinaje también han hecho que en La llum, un local de hombres donde se practica el sexo, esta noche no den abasto". Así reza la sinopsis de la obra Gang Bang del Teatro Nacional de Cataluña, que no se ha estrenado todavía y ya ha levantado polémica. El colectivo ultracatólico E-cristians ya ha alertado de que estudiarán "si hay base legal para presentar una querella" y "si es posible pedir la suspensión cautelar del espectáculo". Mientras, desde el PP ya han criticado la pasividad de la Generalitat ante "una obra que ofende de manera expresa y gratuita a muchos catalanes con creencias católicas".
La sinopsis de Gang Bang, obra dirigida por Josep Maria Miró, explica como en las horas previas a la visita papal a Barcelona en un club gay “peregrinos y habituales confluyen” y aparecen “una catequista drogada de GHB o un joven que acaba de cumplir los dieciocho y para celebrar tanto el aniversario como la feliz coincidencia con el líder del Vaticano quiere ofrecer su cuerpo a todos aquellos que deseen poseerlo…”. Ya el título de la obra hace referencia según el libreto “al intercambio durante una violación en grupo, pero también ha ido adquiriendo nuevos significados cuando esta práctica se hace de forma consentida”.
Malestar católico
La obra se estrena el jueves, pero ya ha levantado suspicacias. El colectivo ultracatólico E-Cristians ha anunciado que “nuestros abogados irán a verla” y “decidirán si hay base legal para presentar una querella”. En declaraciones recogidas por La Razón, el presidente de la entidad, Josep Miró Ardèvol, advierte de que valorarán si “es posible pedir la suspensión cautelar del espectáculo, aunque sabemos que resulta difícil conseguirlo”.
El autor “no es precisamente un genio”
“Nos parece mal que se utilice dinero público para utilizar la figura del Papa como gancho publicitario y querer escandalizar relacionándolo con prácticas sexuales aberrantes”, insiste el presidente de E-cristians, que denuncia que “es una obra de carácter efímero, escrita a toda prisa, con un hecho de actualidad que el autor, que no es precisamente un genio, debería haber sabido interiorizar bien”.
El PP se suma a las críticas
Estas voces críticas han encontrado la comprensión de la portavoz del PP en la Comisión de Cultura del Parlament, Alicia Alegret, quien acusa a Ferran Mascarell, conseller de Cultura de la Generalitat, de mirar “a otro lado” ante una obra “que ofende de manera expresa y gratuita a muchos catalanes con creencias católicas”.
Decadencia de valores
El dramaturgo Josep Maria Miró, según recoge La Vanguardia, ha mostrado su perplejidad ante las cuando todavía ni se ha estrenado la obra y dicho que ésta no habla "ni de sexo ni del papa", sino de la decadencia de los valores en el mundo occidental.
