Enviado Enoch el 12 febrero 2011
La Historia ha echado a galopar en el mundo árabe, y en particular en la compleja sociedad egipcia, y la población LGTB no permanece ajena a los vientos de cambio. Son numerosos los activistas que, ya sea en persona o a través de las redes sociales, intentan estimular una revolución democrática en sus países. Algunos de ellos también están contando al exterior cómo están viviendo el presente, y qué esperan para el futuro.
Activista gay egipcio Bahaa Saber, detenido por protestar contra el tirano Mubarak
Como Rasha Moumneh, una investigadora y colaboradora de la ONG Human Rights Watch especializada en los derechos LGTB y de las mujeres. Según ella, aunque de vez en cuando hay redadas contra los homosexuales (probablemente la más notoria se produjo en 2001, cuando 52 hombres fueron arrestados mientras celebraban una fiesta gay a bordo de un barco), las leyes egipcias contra la homosexualidad están formuladas en término vagos. “Egipto no tiene una ley contra la sodomía, sino un conjunto de normas generales contra la indecencia. Y el problema es que la interpretación de dichas leyes recae sobre los jueces”, dice Moumneh, quien no cree que en Egipto se persiga específicamente a la población LGTB. Como según ella ocurriría en toda la región, “estas redadas se producen cuando el gobierno quiere hacer gala de su rectitud moral. Cuando quieren mostrar que aún están al mando, que son los salvadores de la sociedad egipcia”. Para Moumneh, es muy difícil predecir cómo afectarán estas propuestas a los derechos LGTB, pero opina que existe una tendencia creciente entre los jóvenes a “ampliar las libertades personales”.
“IceQueer” es un bloguero egipcio y marroquí gay de 22 años que ha estado compartiendo lo ocurrido en El Cairo a través de su blog, de mensajes en Twitter, y de diversas entrevistas. IceQueer destaca el papel de los jóvenes y de las redes sociales en los acontecimientos de estos días, y no cree que los fundamentalistas de la Hermandad Musulmana supongan un peligro real. En cambio, sí considera que unas reivindicaciones demasiado tempranas por parte de los LGTB podrían ser contraproducentes, y que la lucha por la igualdad LGTB sólo podrá darse una vez que Egipto sea un país realmente secular. También comparte una anécdota: la plaza Tahrir, el epicentro de las protestas en la capital egipcia, es también una conocida zona de encuentro (de cruising) entre hombres gays…
El cineasta indio afincado en Nueva York Parvez Sharma, conocido por sus trabajos sobre islam y homosexualidad entre otros, también ha publicado en la revista The Advocate una entrevista online con otro joven egipcio y homosexual, de 27 años, musulmán y de clase acomodada, que se debate entre la esperanza y el miedo a la violencia, y que prefiere no acercarse a la plaza Tahrir por considerarlo demasiado peligroso. Además, se plantea emigrar del país con su novio, como muchos de sus amigos han hecho a Europa.