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Un tribunal de Yidda, en Arabia Saudí, ha condenado a un ciudadano de 27 años, cuyo nombre se ignora, a recibir 500 latigazos y a cinco años de cárcel por el delito de homosexualidad, entre otros, según informes en poder de Amnistía Internacional.
La condena se completa con una multa que asciende a 13.000 dólares por el mismo delito de homosexualidad y otros cargos como imitar a las mujeres y estar en posesión de vídeos pornográficos. El motivo de la condena ha sido su aparición vestido de mujer y hablando de sexo en un vídeo colgado en Internet. El vídeo se habría grabado, supuestamente, dentro de la prisión de Briman de Yidda, donde cumple una condena anterior, aunque la administración de la prisión lo niega.
Se da la circunstancia que este hombre cumple ya una condena de un año de prisión impuesta este mismo año por otro cargo de homosexualidad que le fue impuesta en marzo de 2010 por cometer un delito de homosexualidad, hacerse pasar por agente de policía y atentar contra la "seguridad general" y contemplaba también recibir mil latigazos y una multa de mil dólares estadounidenses. En realidad, la Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del vicio, conocida también como Mutaween o policía religiosa, lo condenó por su presunta aparición en otro vídeo vestido con uniforme de policía y flirteando con el hombre que lo filmaba.
Los mismos informes aseguran que también había sido juzgado por homosexualidad hace años, cuando lo condenaron a someterse a terapia y a memorizar un capítulo del Corán. Se desconoce si las penas de flagelación impuestas se han ejecutado.
La pena de flagelación es preceptiva en Arabia Saudí para diversos delitos y puede ser impuesta a discreción de las jueces como complemento a otras penas o en lugar de ellas. Las condenas pueden oscilar entre decenas y miles de latigazos, que suelen aplicarse por tandas, en intervalos de entre dos semanas y un mes. El mayor número de latigazos impuesto en una sola condena del que se tiene constancia fue de cuarenta mil y se impuso en 2009 por una causa de asesinato.
Arabia Saudí ha impuesto penas diversas a personas declaradas culpables de homosexualidad y "sodomía", entre ellas castigos corporales e incluso la pena de muerte.