Enviado Enoch el 05 Octubre 2010
Más concretamente, un 8% de los hombres adultos del país se define como gay o bisexual, y un 7% de las mujeres como lesbianas o bisexuales. Ésta es una de las muchas conclusiones del “Estudio Nacional sobre Salud y Conducta Sexual“ de la Universidad de Indiana, que sería el mayor y más completo de su tipo desde 1994, analizando la sexualidad de 5865 personas de entre 14 y 94 años de edad. No obstante, los porcentajes de personas que han mantenido algún tipo de actividad homosexual son bastante mayores.
En efecto, y a modo ilustrativo, según el mismo estudio el 15% de los hombres de entre 50 y 59 años de edad han recibido sexo oral por parte de otro hombre. Esta discrepancia entre las prácticas sexuales y la identidad sexual no es nada nuevo. Por ejemplo, un estudio de 2006 sobre 4193 hombres en Nueva York encontró que un 12% de ellos había mantenido sexo con otro hombre, pero muchos de ellos no se identificaban como gays. Además, aquellos que a pesar de su actividad exclusivamente homosexual se identificaban como heterosexuales presentaban con mayor probabilidad las siguientes características: pertenecer a minorías étnicas o raciales, haber nacido en el extranjero, tener menores niveles de renta y educativo, y estar casados. Además, era menos probable que se hubiesen sometido a un test de VIH, o que hubieran usado condón en su último encuentro sexual.
Precisamente estos días han salido a la luz nuevos datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, según los cuales el número estimado de parejas del mismo sexo creció tres veces más rápido que la población en general entre 2008 y 2009, llegando a 581.300 parejas en 2009.