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Jacobo Piñeiro, el asesino de Isaac y Julio, declarado culpable por un jurado popular
Enviado por Flick el 24 Septiembre 2010
Por fin, tras cuatro años y dos juicios (el primero de ellos anulado) se ha hecho justicia. Jacobo Piñeiro, autor de la muerte de Isaac Pérez y Julio Anderson, dos muchachos gays, en julio de 2006 en Vigo, ha sido declarado culpable por un jurado popular de dos delitos de asesinato y uno de incendio. La decisión ha sido tomada por unanimidad de los nueve miembros del jurado. El jurado considera probado que Piñeiro asestó 57 puñaladas a las víctimas -35 a Isaac y 22 a Julio- con el objetivo de causarles la muerte y que además aumentó “deliberada e inhumanamente” el dolor de ambos. El jurado ha descartado que Piñeiro actuara en legítima defensa, bajo efecto de las drogas o el alcohol o bajo un miedo insuperable, las eximentes que pedía la defensa.
El jurado ha valorado que, según el informe de las forenses (que detallábamos hace un par de días y que ha resultado clave para el veredicto) las víctimas no pudieron atacar a Piñeiro, y que de hecho fueron sorprendidas indefensas por éste. En lo que respecta al incendio, el jurado considera a Piñeiro culpable de haber prendido el fuego y abierto además la espita del gas. En ese sentido, el veredicto considera que el acusado era “consciente del riesgo de que el fuego se extendiese a los restantes pisos del inmueble con peligro para sus ocupantes y, al abrir la espita del gas, tenía intención de provocar una explosión”. El jurado cree, sin embargo, que Piñeiro se llevó una maleta llena de objetos personales del piso para simular un robo, y no con ánimo de lucro, por lo que no lo han considerado culpable del delito de hurto que pedía además la acusación particular.
El jurado se ha mostrado desfavorable a la posibilidad de que Piñeiro se acoja a los beneficios de la condena condicional y se le suspenda la pena. También ha rechazado que se solicite el indulto.
En libertad, por el momento, y con indisimulada chulería
Piñeiro ha abandonado libremente los juzgados, ya que, aunque ya hay veredicto del jurado, todavía no se ha emitido la sentencia condenatoria, cuya elaboración corresponde al juez. La acusación particular ha pedido para el asesino prisión provisional, pero debido a que Piñeiro agotó en julio todo el periodo de prisión provisional, se ha adherido a la petición de la fiscalía de que comparezca dos veces al día para firmar en los juzgados hasta que el juez emita sentencia. Piñeiro se enfrenta a una posible pena de 60 años de prisión.
Tras escuchar el veredicto, con la vista al frente e impasible, Piñeiro salió rápidamente por la puerta de atrás del juzgado, no sin encararse con varios reporteros gráficos que grababan su salida. Con la que parece ser su característica chulería los insultó y amenazó (ver más arriba foto de EFE, publicada por El País, que recoge el instante).
Enviado por Flick el 24 Septiembre 2010
Por fin, tras cuatro años y dos juicios (el primero de ellos anulado) se ha hecho justicia. Jacobo Piñeiro, autor de la muerte de Isaac Pérez y Julio Anderson, dos muchachos gays, en julio de 2006 en Vigo, ha sido declarado culpable por un jurado popular de dos delitos de asesinato y uno de incendio. La decisión ha sido tomada por unanimidad de los nueve miembros del jurado. El jurado considera probado que Piñeiro asestó 57 puñaladas a las víctimas -35 a Isaac y 22 a Julio- con el objetivo de causarles la muerte y que además aumentó “deliberada e inhumanamente” el dolor de ambos. El jurado ha descartado que Piñeiro actuara en legítima defensa, bajo efecto de las drogas o el alcohol o bajo un miedo insuperable, las eximentes que pedía la defensa.
El jurado ha valorado que, según el informe de las forenses (que detallábamos hace un par de días y que ha resultado clave para el veredicto) las víctimas no pudieron atacar a Piñeiro, y que de hecho fueron sorprendidas indefensas por éste. En lo que respecta al incendio, el jurado considera a Piñeiro culpable de haber prendido el fuego y abierto además la espita del gas. En ese sentido, el veredicto considera que el acusado era “consciente del riesgo de que el fuego se extendiese a los restantes pisos del inmueble con peligro para sus ocupantes y, al abrir la espita del gas, tenía intención de provocar una explosión”. El jurado cree, sin embargo, que Piñeiro se llevó una maleta llena de objetos personales del piso para simular un robo, y no con ánimo de lucro, por lo que no lo han considerado culpable del delito de hurto que pedía además la acusación particular.
El jurado se ha mostrado desfavorable a la posibilidad de que Piñeiro se acoja a los beneficios de la condena condicional y se le suspenda la pena. También ha rechazado que se solicite el indulto.
En libertad, por el momento, y con indisimulada chulería
Piñeiro ha abandonado libremente los juzgados, ya que, aunque ya hay veredicto del jurado, todavía no se ha emitido la sentencia condenatoria, cuya elaboración corresponde al juez. La acusación particular ha pedido para el asesino prisión provisional, pero debido a que Piñeiro agotó en julio todo el periodo de prisión provisional, se ha adherido a la petición de la fiscalía de que comparezca dos veces al día para firmar en los juzgados hasta que el juez emita sentencia. Piñeiro se enfrenta a una posible pena de 60 años de prisión.
Tras escuchar el veredicto, con la vista al frente e impasible, Piñeiro salió rápidamente por la puerta de atrás del juzgado, no sin encararse con varios reporteros gráficos que grababan su salida. Con la que parece ser su característica chulería los insultó y amenazó (ver más arriba foto de EFE, publicada por El País, que recoge el instante).
