Declarado abiertamente gay, Guido Westerwelle suele acudir con su compañero, Michael Mronz, a los viajes diplomáticos que realiza
tatiana r. brito/ AFP / madrid
Día 11/08/2010 - 22.08h
afp
Westerwelle acompañado por su pareja, Michael Mronz en un festival en Alemania.
El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ha hecho pública su intención de no visitar ningún país en el que la homosexualidad sea perseguida, en compañía de su pareja.
Declarado abiertamente gay, Westerwelle suele acudir con su compañero, Michael Mronz, a los viajes diplomáticos que realiza. Una costumbre muy criticada desde los sectores más conservadores alemanes, que temen la imagen que esto pueda proyectar fuera y que acusan a Mronz de obtener favores por su relación con el ministro. Ahora Westerwelle dejará a su pareja fuera de los viajes a aquellos países en los que la homosexualidad esté tipificada como delito, «70 en todo el mundo», y ha criticado especialmente a los «siete» en los que ser gay está penado con la muerte: Arabia Saudí, Yemen, Mauritania, Somalia, Nigeria, Sudán e Irán.
En este último, Ebrahim Hamidi, un joven de 18 años, ha sido sentenciado a la pena capital bajo los cargos de sodomía. A través de un comunicado en la página web del Departamento de Estado, la secretaria de Estado americana, Hillary Clinton, ha exigido hoy su liberación al Gobierno de Teherán, junto a otros encarcelados políticos, como Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer acusada de adulterio que sigue entre rejas aunque ya no vaya a ser lapidada: «Nos preocupan los informes sobre Ebrahim Hamidi... que se enfrenta a una ejecución inminente a pesar de que no cuenta con representación legal actualmente».
Promotor de la tolerancia
«Queremos promover la tolerancia en todo el mundo. Pero hay que actuar con inteligencia, paso a paso y con sensibilidad, porque si actuamos irreflexivamente podemos provocar lo contrario», indicó el ministro, en declaraciones a la revista femenina alemana «Bunte». Pero lejos de convertirse en el abanderado de la causa homosexual por el caso de Hamidi, quizás el ministro tema que la inmunidad diplomática no le salve de ser detenido en uno de estos países.
No es la primera vez que el ministro deja en casa a Mronz. Ya lo hizo durante su gira de principios de año por Turquía y varios estados del Golfo , entre ellos Arabia Saudí, donde activistas de los derechos humanos le pidieron que condenara la actitud del Gobierno wahabí respecto a la homosexualidad. Aunque se desquitó durante los recientes viajes a Japón, China e Iberoamérica.
Westerwelle piensa que hasta ahora su orientación sexual no ha obstaculizado su carrera política. «Resultó que los temores (sobre él) son infundados», afirmó. Y parece que así es. Es conocido por el primer jefe de la diplomacia en Europa abiertamente homosexual y decidió «salir del armario» en 2004 durante la celebración del 50 cumpleaños de Ángela Merkel, que no era canciller en aquel entonces.
La legislación alemana permite a Westerwelle y Mronz casarse. No han pasado por el registro, pero llevan sendos anillos de oro en el dedo anular.