La marcha de la comunidad homosexual y transexual en la Ciudad Santa ha transcurrido entre fuertes medidas de seguridad, y rodeada de ‘contra manifestaciones’ de comunidades religiosas opuestas al desfile.
Samuel Satat, activista, comenta que la comunidad gay de Jerusalén es muy respetuosa con la gente religiosa. “Incluímos a religiosos y parte de nuestro mensaje es exponer nuestra existencia a los ortodoxos. Hay homosexuales entre la comunidad ortodoxa y es importante salir del armario por ellos” comenta, tras ser increpado por una joven religiosa.
La marcha, en la que se ha recordado el ataque homófobo de hace un año en Tel Aviv en el que murieron dos personas, ha llegado hasta el Parlamento israelí para pedir igualdad.
La comunidad judía ortodoxa, lejos de estar de acuerdo, tacha a los homosexuales de ‘enfermos’
“La gente que está enferma, que está haciendo cosas que van en contra de la Biblia, de Dios, en la Ciudad Santa es una profanación de la ciudad” decía Barcuh Marcel, presente en la manifestación ortodoxa.
La protesta de los religiosos ha terminado con incidentes menores y algunas detenciones.
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