Fuente:sentidog.com
Por Idoia Sota – (PD)
Cosméticos de Biotherm; ropa de Gucci o Dolce&Gabbana; Mercedes descapotable como segundo coche; televisión de Bang & Olufsen; viaje a las islas Fiji... No es un publicista norteamericano made in Hollywood, sino el prototipo de gay urbano, que dispone de dinero y no escatima en gastos cuando se trata de disfrutar la vida. Los colectivos GLBT (gays, lesbianas, bisexuales y transexuales) estiman -a partir de un estudio que el instituto Kinsey realizó en 1956, que señalaba que el 10% de la población masculina mundial era homosexual- que hay tres millones de gays en España. Y Zero -la revista gay por antonomasia de nuestro país, con una tirada 60.000 ejemplares y una venta de más de 20.000- apunta que el 8% de la población española es homo (3.280.000 personas).
Arco Iris Estrategia, la única consultora especializada en el mercado homosexual de España, contabiliza 1.353.000 gays y 1.124.922 lesbianas. Sólo ellos gastan 2.795 millones de euros en ropa y calzado, y 24.325 millones de euros en ocio. Destinan unos 609 euros mensuales al entretenimiento, sin incluir la ropa.
La mayoría sale a comer o cenar fuera más de una vez por semana, unas 70 ocasiones al año; y el 90% asegura ir de copas 90 veces al año, casi dos por semana, y viajar 16 veces anualmente. ¿Tanto dinero ganan? Sus sueldos no difieren mucho de la media, aunque su perfil de consumidor es el que se define como dinks (Double Income, No Kids; “doble ingreso sin hijos”).
La media de renta anual de la población gay masculina es de 17.518 euros. Pero, como dice el chiste, hay una diferencia entre un homosexual y un maricón: el dinero. Y es que, como en botica, hay de todo. Sólo el 4,5% de este colectivo cobra entre 36.060 y 54.090 euros y el 3,5% gana más, según los datos más actuales del informe Hábitat, que elabora Arco Iris Estrategia.La mayoría, un 27,2%, gana de 6.010 a 12.020 euros anuales, y el 11,8%, entre 24.040 y 36.060 euros. Eso sí, en total mueven unos 57.459 millones de euros al año.
Miguel Bañón, director editorial de Zero, señala que gastan “de una forma compulsiva y constante. Sin pensar en el futuro”. En este sentido, siguieron el consejo de Camarón: “Marditos sean los dineros que ganamos en la mina / yo gastármelos prefiero, por si de pronto me muero”. Desde que se abrió la puerta del armario, los hábitos del colectivo GLTB han llamado la atención de los empresarios, que se han lanzado a la caza del euro rosa.
La pionera fue Mili Hernández, con su librería Berkana, en 1993, y más adelante la editorial Egalés, la única española que publica temática exclusivamente homosexual. Pero ya no sólo es la literatura gay: hay agencias de viajes, como Rainbow Viajes en Barcelona, discotecas -como Cool en Madrid-; hoteles, como Axel en Barcelona -el más grande del mundo de estas características- o el 7Colors enMadrid; medios de comunicación, como Zero, el periódico gratuito Shangay o Arco Iris TV (por Internet); tarjetas de crédito, como la Arco Iris Hispamer Master Card, creada por una sociedad financiera del BSCH; servicios de Bolsa, como el que ofrece Walter Schubert, el primer broker gay, que opera en Nueva York… y ahora también organizadores de uniones gays, como Bodas GLBT, dependiente de Servi G, compañía que ofrece desde psicólogos hasta ferreteros para la comunidad homosexual.
Arcoiris Estrategia cuenta un total de 1.250 negocios para homosexuales en España, de los cuales 250 se encuentran en Madrid. Algunas grandes empresas abiertas al mercado global han creado sus filiales gay friendly (amigas de los gays), como Halcón Friendly, que decora su logo con el arco iris -la bandera gay-; o la tarjeta de fidelización de la compañía Air Europa, Friendly Zero. El salón gay europeo Rainbow Attitude, cuya segunda edición se celebró en París el pasado noviembre, es un buen referente del negocio rosa.
A él acudieron compañías como IBM, Thai Airways, la primera agencia de seguros para este colectivo, 3ª Gay Assurances, o eventos como el Ibiza Gay Pride’05. Un total de 300 expositores y 40.000 visitantes. Aunque los gays viajan en cualquier época del año, lugares como la calle Primero de Mayo de Sitges, la ibicenca Playa de Higueretas, el centro comercial La Nogalera de Torremolinos o la playa del Inglés en Canarias son lugares con mucho ambiente en verano y ya se preparan para las vacaciones.
La Costa Brava, San Francisco, Mikonos o South Miami son otros de los territorios donde el colectivo GLBT ha clavado su bandera multicolor. El perfil del gay consumidor “es el de un hombre urbano, de entre 35 y 45 años, con gran capacidad de cambio, empresario, bien por cuenta ajena o propia, y con ganas de hacer cosas diferentes y de estar metido en todos los saraos”, explica Miguel Bañón.
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