Enviado Flick el 23 Junio 2010
La derecha catalana, tradicionalmente menos retrógrada en temas sociales que sus correligionarios del resto de España, destapa de repente su perfil homófobo de la mano de Josep Antoni Duran i Lleida, líder de su sector democristiano. Y lo hace además de la forma más peligrosa posible para los gays y lesbianas más vulnerables: el portavoz de Convergència i Unió en el Congreso ha defendido en su blog a los psiquiatras que ofrecen “tratar” a las personas homosexuales que buscan modificar su orientación.
Días después de que la Consejera de Salud catalana, Marina Geli, anunciara una investigación sobre el asunto tras conocerse que en una clínica de Barcelona se llevaban a cabo este tipo de procedimientos, Duran se posiciona en contra de que la Generalitat o el Colegio de Médicos de Barcelona sancionen a los médicos que los llevan a cabo, pese a que de una forma manifiesta actuan contra la lex artis y la evidencia cientifica disponible. “Estoy en contra de represaliar la asistencia médica a las personas que intentan modificar su homosexualidad o controlarla“.
Duran mete en el mismo saco las dificultades que supone el proceso de autoaceptación de la propia homosexualidad en un entorno socialmente adverso con el supuesto deseo de volverse heterosexual. “Me sorprende que, cuando una persona -después de años de estar casada y con hijos- llega a la conclusión de que en realidad es homosexual y quiere adoptar esta tendencia y considera que necesita ayuda, su demanda es atendida y el hecho de ’salir del armario’ es celebrado. Pero en el caso inverso, esta persona no lo puede hacer si acude voluntariamente a pedir asistencia médica”, escribe. Sus argumentaciones llegan al absurdo cuando afirma que “la lógica final de este planteamiento es que la especie humana tiene un estadio normal que es la homosexualidad, que nadie puede negarse a avanzar en este camino“.
Duran i Lleida es presidente de Unió Democràtica de Catalunya, partido de ideología democristiana que forma parte de la coalición CiU. Pese a sus formas habitualmente moderadas, se trata de un político frontalmente opuesto a los derechos LGTB. En 2005, tras dar la coalición CiU libertad de voto a sus diputados sobre la cuestión, votó en contra del derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio.
Reprocha a la Generalitat sus políticas pro-LGTB
En el mismo post, Duran i Lleida arremete contra la política de la Generalitat, a la que acusa de ser “el único gobierno que pertenece a la internacional gay y lésbica” (ya en en su momento, cuando la Generalitat catalana fue admitida en ILGA, dosmanzanas recogió la reacción airada de Duran, que exigió la salida de dicha organización). Duran critica además que la Generalitat prepare “una norma única en Europa sobre derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales para la erradicación de la homofobia, la lesbofobia y la transfobia“.
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