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Un tribunal suizo da la razón a la extrema derecha y considera legal calificar la homosexualidad como “una desviación”
Enviado Flick el 02 Abril 2010
Inquietante noticia la que nos llega desde Suiza. Un tribunal cantonal de Valais ha dado la razón a la Unión Democrática de Centro (UDC), también conocida como Partido Popular suizo, la formación de extrema derecha que, con el 29% de los votos, es actualmente la primera fuerza política en el Consejo Nacional de ese país, que podrá seguir calificando a la homosexualidad como “una desviación”.
En mayo de 2009, con ocasión del Día Internacional contra la Homofobia, las juventudes de ese partido en el cantón de Valais, en nombre del “derecho natural y cristiano” calificaban a la homosexualidad como una “desviación”. A partir de ahí, las juventudes de dicho partido, y muy singularmente uno de sus representantes, Grégory Logean (en la foto) continuaron vertiendo en diferentes medios opiniones homófobas.
Más de 40 miembros de organizaciones LGTB suizas llevaron a las juventudes de la UDC ante la justicia cantonal de Valais, que esta semana ha dado la razón a la formación política, al estimar que no existió ni atentado contra el honor (ya que sus palabras no se dirigieron contra personas concretas, sino contra una colectividad general) ni se incumplió la legislación contra la discriminación racial, que protege por motivos como raza o religión pero no por orientación sexual. Los demandantes han anunciado que valorarán la posibilidad de recurrir ante la justicia federal.
Se trata, sin duda, de un nuevo triunfo para la UDC, partido que hace pocos meses ya consiguió un éxito de resonancia internacional, al ganar un reférendum del cual fue el principal promotor en contra de la construcción de minaretes en suelo suizo. El partido ya ha emitido un comunicado en el que celebra la sentencia como una “victoria de la libertad de expresión” y anuncian que seguirán luchando “contra la banalización de la homosexualidad” -comportamiento que consideran “desviado”-, contra la información sobre homosexualidad en las escuelas y contra la concesión de derechos “como en de la adopción” a las parejas del mismo sexo sin dejarse “impresionar por las amenazas del lobby homosexual”.
Enviado Flick el 02 Abril 2010
Inquietante noticia la que nos llega desde Suiza. Un tribunal cantonal de Valais ha dado la razón a la Unión Democrática de Centro (UDC), también conocida como Partido Popular suizo, la formación de extrema derecha que, con el 29% de los votos, es actualmente la primera fuerza política en el Consejo Nacional de ese país, que podrá seguir calificando a la homosexualidad como “una desviación”.
En mayo de 2009, con ocasión del Día Internacional contra la Homofobia, las juventudes de ese partido en el cantón de Valais, en nombre del “derecho natural y cristiano” calificaban a la homosexualidad como una “desviación”. A partir de ahí, las juventudes de dicho partido, y muy singularmente uno de sus representantes, Grégory Logean (en la foto) continuaron vertiendo en diferentes medios opiniones homófobas.
Más de 40 miembros de organizaciones LGTB suizas llevaron a las juventudes de la UDC ante la justicia cantonal de Valais, que esta semana ha dado la razón a la formación política, al estimar que no existió ni atentado contra el honor (ya que sus palabras no se dirigieron contra personas concretas, sino contra una colectividad general) ni se incumplió la legislación contra la discriminación racial, que protege por motivos como raza o religión pero no por orientación sexual. Los demandantes han anunciado que valorarán la posibilidad de recurrir ante la justicia federal.
Se trata, sin duda, de un nuevo triunfo para la UDC, partido que hace pocos meses ya consiguió un éxito de resonancia internacional, al ganar un reférendum del cual fue el principal promotor en contra de la construcción de minaretes en suelo suizo. El partido ya ha emitido un comunicado en el que celebra la sentencia como una “victoria de la libertad de expresión” y anuncian que seguirán luchando “contra la banalización de la homosexualidad” -comportamiento que consideran “desviado”-, contra la información sobre homosexualidad en las escuelas y contra la concesión de derechos “como en de la adopción” a las parejas del mismo sexo sin dejarse “impresionar por las amenazas del lobby homosexual”.
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