La pareja abierta, un modelo de relación frecuente entre gays y lesbianas

[José Benito]

La pareja abierta, un modelo de relación frecuente entre gays y lesbianas, según un estudio de la Universidad de San Francisco
Enviado Flick el 29 Enero 2010

La pareja abierta parece ser un modelo de relación frecuente en el seno de la comunidad homosexual, según un estudio de la Universidad Estatal de San Francisco, que ha seguido a 556 parejas gays y lésbicas del área metropolitana de San Francisco durante tres años. El estudio, del que hoy se hace eco The New York Times, muestra que un 50% se ajustaban a un modelo de pareja abierta.
El estudio encuentra que su satisfacción se correlaciona con el grado de transparencia y de respeto a las reglas de juego establecidas. Las parejas que han escogido ese modelo de relación se muestran además convencidas de que a la larga favorece su continuidad y estabilidad. El estudio no ha encontrado sin embargo diferencias significativas, ni en un sentido ni en el otro, en el grado de satisfacción entre las parejas del mismo sexo abiertas y las estrictamente monógamas.
El artículo de The New York Times recuerda de todas formas que la pareja abierta es un modelo de relación que no se limita a las parejas homosexuales, y entrevista a Deb y Marius, un matrimonio heterosexual que, tras ver peligrar su relación después de varios años de estricta monogamia, decidieron de mutuo acuerdo convertirse en pareja abierta. “Nuestra relación mejoró”, cuenta ella, miembro de la iglesia mormona que en su día llegó virgen al matrimonio. “Empecé a dormir mejor y hasta la tensión arterial me bajó”, comenta.

[Prometeo]

Prejuicios heterosexistas y estereotipo homonormativo

Opino que a la falta de dichos estudios de profundizar en los conocimientos sobre los niveles de satisfacción entre las parejas homosexuales se suma la reafirmación de los prejuicios sobre ellas tanto entre los miembros del colectivo LGBT como de la población heterosexual. Además, es un maquillaje de lo más natural en el sentido de que la palabra “abierta” tiene connotaciones del progresismo, especialmente si ser homosexual equivale a ser moderno. Diría también que el modelo de la relación abierta es homonormativo en su afán de definirse como el contrario del estereotipo de las parejas heterosexuales “tradicionales” contentas o no. Dicho de otro modo, estos esquemas conducen al desdén sólo por las personas heterosexuales que deciden ponen cuernos para salvar las apariencias y a quienes practican la monogamia seriada.


Parece también que los estudios de ese tipo no toman en cuenta las parejas homosexuales para quienes el modelo de la relación “abierta” sí es transigir con la insatisfacción, la disconformidad y la infidelidad de un@ o los dos miembros por miedo de tener que experimentar el proceso de buscar otra alma gemela y por temor a quedarse sol@ o perder el abanico de todas las ventajas sociales y económicas de estar en pareja. Sería muy relevante averiguar cuántos casos de violencia entre parejas del mismo sexo estarán correlacionados con choques en cuanto al modelo de pareja impuesto.


Ojalá que la relación “abierta” no se convierta en el único modelo de relaciones políticamente correctas para las parejas del mismo sexo por el mero intento de asociarse o pertenecerse a un estereotipo. Hay que promocionar la diversidad de todos los tipos de relaciones verdaderamente consentidas en vez de asignarle a alguien un tipo de relación según su orientación sexual.


*Son estudios únicamente sobre los hombres gays quienes se identifican como tales.

[ylake]

Al leer el artículo inicial, también me he planteado las mismas cuestiones que Prometeo. Evito en general opinar en este tema al considerar que cada pareja y relación es un mundo. Y más, tratándose de adultos, en igualdad de condiciones y en consentimiento de mutuo acuerdo.


La disociación afectiva y sexual por lo leido, es un comportamiento mas del reino animal. Existe en la heterosexualidad y la homosexualidad; En todxs nosotrxs, no sólo por animales (que lo somos) sino por esos procesos químicos de los que estamos compuestos y en los cuales se desarrollan múltiples variables que condicionan nuestras reacciones.


Entre los diferentes tipos de comportamientos sexuales, los hay, cuya finalidad es solamente la cópula; en otros, las de poligamia por una importante razón de subsistencia; otros, una practica sexual desinhibida -lo que para los humanos es, promiscuidad- etc etc


El carácter moral de estos comportamientos es un concepto, de, humano y de, sociedad. Es posible, que ni el hombre ni la mujer sean tan monógamxs como siempre se ha pretendido. Admirables son quienes consiguen esa condición en su vida, de forma suficientemente incentivada, libre y mutua.


Quizás sea inapropiada la comparación respecto al de pareja abierta, pero esta forma de “incentivar” en pareja, me recuerda a aquellas otras, que deciden tener unx hijx, para “arreglar” sus problemas. Son loables los fines pero desastrosas las consecuencias.

No hay porqué pensar en esquemas diferentes de personas a la hora de valorar una forma determinada de interacción sexual en pareja, ni que ésta tenga que ser representativa de algún pensamiento o principio social, sea progresista o conservador. O, elevar a rango de utopía su práctica. La mayoría de las veces es status quo común desde tiempos inmemoriables.


Lo políticamente correcto quizás podría ser, menos miedo personal ante lo ajeno.