Enviado Flick el 21 Enero 2010
Ayer se celebró en Barcelona un nuevo juicio por bullying homofóbico en el ámbito escolar. La victima fue, en este caso, una adolescente de 14 años que sufrió acoso y continuas vejaciones por parte de un grupo de compañeras del Instituto de Enseñanza Secundaria Vallés de Sabadell, tras descubrir éstas en su agenda que estaba enamorada de otra chica.
El acoso ocurría tanto en el instituto como fuera del mismo. En una ocasión, acorralaron a la chica en un parque y le apagaron tres cigarrillos en la espalda. Otro día la amenazaron con una navaja. El acoso ni siquiera terminó tras cambiar de instituto, ya que las acosadoras continuaron acudiendo a casa de la víctima a amenazarla e insultarla, lo que incluso obligó a la familia a mudarse.
Los hechos fueron denunciados ante los Mossos d’Esquadra en noviembre del 2007, celebrándose ayer el juicio en un juzgado de menores. Las acusadas son cuatro jóvenes que tenían más de 13 años cuando sucedieron los hechos (otras tres implicadas no son imputables penalmente al ser entonces menores de 13 años). Durante la vista, que duró ocho horas, la víctima declaró protegida por una mampara. También prestaron declaración un perito judicial, la madre y una hermana de la víctima, responsables de la Conselleria d’Educació, el director del instituto, una psicóloga experta en homofobia y un representante del Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), colectivo que ha apoyado a la víctima y a su familia.
La acusación particular acusa a las cuatro imputadas de faltas de lesiones y maltrato y de delitos contra la integridad moral con el agravante de bullying homófobo. La fiscalía constata la falta de injurias y vejaciones injustas, pero no contempla el agravante. Una circunstancia que trae a nuestra memoria lo sucedido hace unos meses en Sevilla, cuando un juzgado absolvió a tres jóvenes acusados de acosar a un compañero que entonces se identificaba como gay (finalmente resultó ser una chica transexual) y la fiscalía decidió no recurrir. Esperamos que en este caso la sensibilidad de la justicia ante el acoso que sufren niños y jóvenes LGTB sea mayor.
Comentario