Enviado Flick el 09 Enero 2010
El Parlamento portugués aprobó ayer la ley que permitirá el matrimonio entre personas del mismo sexo, que todavía debe cumplimentar algunos trámites parlamentarios. La nueva legislación, sin embargo, no permitirá a las parejas del mismo sexo casadas optar a la adopción. Una limitación que choca con el artículo de la Constitución portuguesa que prohíbe explícitamente la discriminación por razones de orientación sexual (artículo 13.2), y que hasta la derecha piensa que podría ser declarada inconstitucional.
La ley no entrará en vigor hasta que, una vez completada su tramitación parlamentaria, reciba el visto bueno del Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva. Éste puede optar, no obstante, por vetarla, lo que simplemente retrasaría unas semanas su entrada en vigor -la ley dispone de suficientes votos en el Parlamento para levantar el veto- e incluso por solicitar su revisión por el Tribunal Constitucional.
Esta última apuesta, sin embargo, puede ser muy arriesgada para los opuestos a los derechos de gays y lesbianas. La Constitución portuguesa, a diferencia de la española, reconoce de forma explícita el derecho de las personas a no ser discriminadas por razones de orientación sexual. Grupos de distinto signo, tanto a la izquierda como a la derecha del Partido Socialista (PS), admiten que el Constitucional podría considerar la prohibición de adoptar discriminatoria. De hecho, durante el debate parlamentario que tuvo lugar ayer, desde el CDS-PP (Partido Popular, el grupo más derechista del Parlamento portugués) se le llegó a preguntar al primer ministro, José Sócrates, que medidas tomaría en caso de que así fuera.
Una prohibición, la de adoptar a las parejas casadas, que podría ser más fácilmente defendible si lo que se hubiera aprobado hubiera sido una institución jurídica distinta para parejas homosexuales, pero no ha sido así: la reforma del Código Civil simplemente actualiza la definición de matrimonio para abrir el derecho a gays y lesbianas.
Resulta interesante resaltar que la votación de la ley contó con pequeñas sorpresas. Varios diputados elegidos en las listas del PS votaron a favor de las propuestas de Bloque de Izquierda (BE) y Verdes (PEV), que incluían la adopción. Esta propuesta recibió el apoyo, incluso, de un diputado del Partido Socialdemócrata (PSD), de centro-derecha. El proyecto socialista, que finalmente fue el aprobado, recibió dos votos contrarios de dos diputadas independientes elegidas en las listas del PS, pero contó sin embargo con la abstención de siete diputados del PSD.
Sea como sea, todo apunta a que el embrollo jurídico creado por el propio Gobierno portugués al prohibir a las parejas casadas del mismo sexo adoptar acabará, antes o después, por resolverse.