La Asamblea General aprueba que no sean consideradas nuevas categorías de no discriminación en un tratado sobre DD.HH. a petición de Irak y de organizaciones pro familia
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado que se elimine la referencia a la “orientación sexual” y la “identidad de género” de uno de los más importantes tratados de la ONU sobre derechos humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que forma parte de la Carta Internacional de Derechos Humanos.
Esta decisión supone una dura derrota del homosexualismo político, que había apostado por forzar una polémica interpretación que lleva el nombre de Comentario General 20, para que fueran consideradas nuevas categorías de no discriminación en el tratado, según informaCatholic Family & Human Rights Institute (traducción deLuciana María Palazzo).
El comité de las Naciones Unidas que supervisa el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se tomó la atribución de reinterpretar el tratado, para afirmar que la “identidad de género” y la “orientación sexual” son nuevas categorías de no discriminación y que las leyes internacionales obligan a los países a reconocerlas.
Las delegaciones pro-homosexuales intentaron conservar la alusión a la interpretación del Comentario General 20. El Tercer Comité de la Asamblea General la sometió a debate por primera vez hace más de treinta días y fue aprobada por un solo voto, lo cual suscitó el debate de la Asamblea en sesión plenaria. La nueva votación fue significativa, ya que es poco común que la Asamblea General intervenga con el objetivo de reconsiderar el lenguaje aprobado por un organismo subsidiario.
Irak, en contra
Irak encabezó la oposición al Comentario General 20 en representación del grupo árabe y pidió que fuera eliminado, porque en él se abordan “conceptos controvertidos” sobre “educación sexual” e “identidad de género”. El delegado de Irak enfatizó que era “primordial dejar en claro que los acuerdos internacionales no deben ser interpretados de manera extraña”.
Finlandia, principal proponente de la resolución, aseguró que se sentía desilusionada por el intento del grupo árabe de enmendar el texto y porque éste no respetaba la decisión del Tercer Comité. El país nórdico declaró que el pedido de eliminar la referencia al Comentario 20 era “un fuerte signo de desconfianza respecto del trabajo experto del comité”.
La representante de Finlandia solicitó a los Estados Miembros que se “valoren los méritos del texto del Comentario General en su conjunto” y pidió que no se centraran únicamente en una referencia a la “orientación sexual”. La delegada hizo hincapié en que los comentarios generales tienen como finalidad “ayudar” a los Estados a implementar las obligaciones asumidas mediante tratados y que no imponen obligaciones. Además, añadió que la supresión de la referencia al Comentario General 20 significaría una gran pérdida en la lucha por mejorar los derechos humanos.
Asimismo, adujo: “¿Estamos realmente preparados para decirle a este augusto organismo que ni siquiera podemos tener en cuenta de un Comentario General que contiene un mensaje tan relevante sobre la importancia de la realización de los derechos económicos, sociales y culturales?”
Presión de las organizaciones pro familia
Sin embargo, los críticos resaltan los peligros que representa este último intento de ampliar el listado de las categorías de no discriminación con el propósito de incluir la “orientación sexual” y la “identidad de género” que jamás fueron incluidas en ningún documento vinculante de la ONU ni definidas por la Asamblea General, dejándolas de ese modo expuestas a la libre interpretación de las agencias y comités de la ONU y las ONG radicales.
Antes de la votación de la Asamblea General, las organizaciones pro-familia ya habían presionado en contra de la referencia al Comentario General 20 al observar que “la orientación sexual y la identidad de género” no son reconocidas ni definidas en las leyes internacionales.
Advirtieron que dichos términos podrían ser utilizados para coartar las libertades de expresión, religiosa y de consciencia, así como también las leyes de matrimonio y los planes de estudio de las escuelas. Ya hubo casos en Suecia y Canadá en los que miembros del clero fueron llamados a comparecer ante comisiones de derechos humanos por censurar el comportamiento homosexual.
Otra cláusula conflictiva del Comentario General 20 hace referencia a los polémicos Principios de Yogyakarta, documento no vinculante que intenta reinterpretar los derechos humanos existentes para incluir los llamados derechos homosexuales. Los Principios de Yogyakarta no tienen fuerza de ley y fueron redactados por activistas que apoyan la homosexualidad y burócratas de la ONU.
La votación arrojó un resultado de 76 votos a favor de la eliminación de la referencia, 72 en contra y 26 abstenciones. Quienes más respaldaron la supresión fueron las naciones árabes y africanas, mientras que la oposición estuvo principalmente representada por los europeos. La votación fue tan reñida que se cree que la “identidad de género” y la “orientación sexual” seguirán sacudiendo a la ONU.
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