El reverendo Michael Esakan Okwi, profesor de Teología y Filosofía de la Universidad de Uganda, ha decidido echar una mano al gobierno y apoyar el decreto de penalización de la homosexualidad, con el ‘argumento’ de que ‘ni siquiera las cucarachas, que se encuentran en nivel más bajo del reino animal, tienen relaciones homosexuales’ y por lo tanto los seres humanos tampoco deberían tenerlas, ya que están hechos a imagen de Dios.
Por su parte, Gideon Byamugisha, miembro prominente de la iglesia anglicana de Uganda, ha descrito el decreto como un ‘genocidio legal’.
La iglesia anglicana de Inglaterra ha dicho en un comunicado que están manteniendo contactos para frenar el decreto, contactos que califican de ‘intensos pero privados’. El arzobispo de Canterbury habría decidido que las gestiones a este respecto fueran privadas después de haberse hecho patente que las autoridades de Uganda consideran la reacción desfavorable del mundo occidental como un intento de injerencia.
Nsaba Buturo, ministro de Ética e Integridad de Uganda, declaró la semana pasada en una conferencia de prensa que su país no se plegará a las presiones extranjeras al legislar la homosexualidad, a la que aprovechó para calificar como una práctica inmoral inaceptable en Uganda.
El pasado lunes, la secretaria de estado estadounidense declaró, en lo que algunos vieron como una alusión a Uganda, que la lucha contra el sida es incompatible con la criminalización de la homosexualidad. Por su parte Suecia ha amenazado ya con retirar todas las ayudas a Uganda en caso de aprobarse el decreto que, tal y como informábamos, castiga la homosexualidad con penas muy severas, en algunos casos la pena de muerte.