La pareja afirma que "nada ni nadie" impedirá el casamiento
Una jueza civil de Argentina ha declarado nulo un fallo que había dado luz verde al matrimonio de dos hombres en Buenos Aires, previsto para este martes y que sería la primera boda de una pareja homosexual en Latinoamérica.
La pareja afirma que seguirá adelante a pesar de la sentencia. Foto: EFE
Esta decisión respondió a una petición de nulidad presentada por el abogado Francisco Roggero. El letrado solicitó que se suspendiera la resolución que declaraba "inconstitucional" el impedimento legal para que personas del mismo sexo pudieran contraer matrimonio.
Intromisión
Según María Rachid, titular de la Federación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (LGBT), sólo la Corte Suprema puede anular la decisión que permitía el matrimonio: "Un juez no puede anular la decisión de un colega de otro fuero y que además pertenece a otra jurisdicción".
Rachid declaró que el Registro Civil "tiene la obligación" de casar a José María Di Bello y Alex Freyre, boda que tendrá como padrino, entre otros, al secretario de movimientos sociales del PSOE, Pedro Zerolo.
"Nada ni nadie"
"Nosotros seguimos preparando la boda y, si mañana no llega a realizarse, haremos una rueda de prensa con todos los testigos del casamiento, que como se sabe son referentes políticos y de organizaciones sociales y culturales", afirmó. En declaraciones al sitio digital del diario La Nación, Di Bello dijo que "nada ni nadie" impedirá su casamiento con Freyre.
Freyre, de 39 años, y Di Bello, de 41, tenían previsto casarse este martes, cuando se conmemorará el Día Mundial contra el Sida, enfermedad que ambos padecen.
Presiones
La decisión del alcalde de Buenos Aires de no oponerse al casamiento desató duras críticas de la Iglesia y grupos católicos, que acusaron a Macri de incumplir su obligación de defender las leyes y de sentar un mal ejemplo para el resto de los países latinoamericanos.
El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, se reunió la semana pasada con Macri para reiterarle que, al no apelar el fallo, "había faltado gravemente a su deber de gobernante y custodio de la ley", informó el Arzobispado de Buenos Aires en un comunicado.
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