Por Andres Bacigalupo
“Estamos orgullosos de haber combatido esas prácticas”, se jacta el primer mandatario. El galardón lo otorga una asociación católica italiana.
En otra lamentable demostración del grado de homofobia que se vive en muchos países africanos, el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza ha declarado que una de los motivos por los cuáles recibió el galardón Assisi Pax Prize (un premio por la Paz) ha sido su “lucha contra la homosexualidad” en el país.
En declaraciones radiales y televisivas Nkurunziza señaló que el “premio”, otorgado por la asociación católica italiana AssisiPax International, le fue entregado a él como un reconocimiento por “haber mejorado nuestro Código Penal, al decir no a las condiciones que son contrarias a nuestro valores nacionales, como por ejemplo aquellas personas que tienen relaciones con otras de su mismo sexo. Estamos orgullosos de combatir esas prácticas”.
Se intensificará la homofobia
Por su parte, los activistas LGTB de Burundi han manifestado su preocupación por las declaraciones presidenciales. “Claramente, estas expresiones intensificarán la discriminación contra nuestra comunidad. La gente y la policía continuarán insultando, arrestando y chantajeando a los homosexuales”, dijo el activista Georges Kanuma.
“Esta es la desafortunada intervención de un gobierno que ha violado las leyes internacionales que protegen los derechos humanos”, evaluó por su parte el defensor de los derechos humanos Theophile Habonimana.
“De todos modos, el presidente no va a tener éxito en su pelea contra la homosexualidad. Él no puede derrotar la lucha que las personas LGTB en Burundi están dando por ver reconocidos sus derechos”, dijo Habonimana.
En contra de la tendencia mundial que aboga por la despenalización de la homosexualidad, en abril de este año el presidente de Burundi decidió criminalizar los actos sexuales entre personas del mismo sexo y castigarlos con hasta tres años de prisión. Antes de ello, las relaciones homosexuales en el país, una ex colonia francesa, eran legales.