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Gordon Brown se disculpa por el trato dado al matemático gay Alan Turing

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  • Gordon Brown se disculpa por el trato dado al matemático gay Alan Turing

    Disculpas oficiales de Gordon Brown, primer ministro británico, por el trato recibido por el matemático homosexual Alan Turing
    Enviado Kelsen el 11 Septiembre 2009

    El gobierno laborista de Gordon Brown ha accedido a la petición de más de 30.000 personas que a través de un formulario habían solicitado al ejecutivo británico una disculpa por forzar la castración química del célebre matemático inglés Alan Turing, única alternativa que se le ofreció a una condena de 2 años de prisión como culpable del delito de “gran indecencia” por haber mantenido relaciones homosexuales. Esta condena provocó su suicidio poco después, en junio de 1954.
    El matemático, considerado hoy padre de la informática moderna (sobre este punto, recomendamos leer la reseña sobre la biografía de Turing publicada esta misma mañana en dos manzanas) fue famoso por descifrar los códigos Enigma del ejército alemán, algo que ha resaltado el propio Brown, quien ha considerado a Turing un héroe de guerra al que, en vez de rendir honores, en su época se le dio un trato “atroz” debido a su orientación sexual.
    Brown ha querido incluir a Turing en las conmemoraciones del 70 aniversario del inicio de la participación británica en la Segunda Guerra Mundial, al considerarlo una de las personas que contribuyeron a cambiar su rumbo. Brown ha proclamado su orgullo por el trabajo del ejecutivo laborista durante los últimos 12 años en favor de una sociedad británica “más justa e igualitaria” para la comunidad LGTB, así como por ser la persona que honre la memoria de Turing. “Lo sentimos, mereciste algo mucho mejor”, finaliza su declaración.
    Por su interés reproducimos a continuación la declaración completa del primer ministro británico (para leer el original inglés pincha aquí):
    Declaración
    2009 ha sido un año de profunda reflexión. Una oportunidad para que Gran Bretaña como nación rememore las profundas deudas que tenemos con aquellos que nos precedieron. Una combinación única de aniversarios y eventos nos han provocado esa sensación de orgullo y gratitud que caracteriza el sentimiento británico. A principios de este año, junto a los presidentes Sarkozy y Obama, tuve la oportunidad de honrar el servicio y sacrificio de los héroes que desembarcaron en las playas de Normandía hace 65 años. Y justo la semana pasada se cumplieron 70 años desde que el Gobierno británico expresó su firme voluntad de tomar las armas contra el fascismo y declaró el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Por ello estoy complacido y orgulloso de que, gracias a una coalición de científicos, informáticos, historiadores y activistas LGTB tengamos este año la oportunidad de conmemorar otra contribución a la lucha de Gran Bretaña contra la oscuridad de la dictadura, la del descifrador de códigos Alan Turing.
    Turing fue un destacado y brillante matemático, cuya labor más famosa fue descifrar los códigos Enigma del ejército alemán. No resulta exagerado señalar que, sin su extraordinaria contribución, la historia de la Segunda Guerra Mundial habría sido bien diferente. Él fue una de esas personas de las que verdaderamente podemos decir que contribuyó a modificar el rumbo de la guerra. La deuda de gratitud que tenemos con él hace mucho más horripilante que fuera tratado de forma tan inhumana. En 1952, fue condenado por el delito de “gran indecencia”: juzgado por ser gay. Su sentencia -a la que tuvo que hacer frente eligiendo miserablemente entre ella o cárcel– fue la castración química mediante una serie de inyecciones de hormonas femeninas. Puso fin a su propia vida tan solo dos años después.
    Miles de personas se han unido para solicitar justicia para Alan Turing y el reconocimiento del modo atroz en el que fue tratado. Turing fue juzgado de acuerdo a las leyes de su tiempo y no podemos dar marcha atrás, pero el trato que recibió fue completamente injusto, y me complace poder expresar lo consternado que me siento, que nos sentimos todos, por lo que ocurrió. Alan y muchos miles de otros hombres gays, condenados bajo leyes homófobas, fueron tratados de forma terrible. Y durante años varios millones más vivieron con el miedo de ser condenados como ellos.
    Estoy orgulloso de que aquellos días hayan pasado y de que en los últimos 12 años este Gobierno haya hecho mucho para hacer la vida más justa e igualitaria para nuestra comunidad LGTB. Este reconocimiento a Alan como una de las más famosas víctimas de la homofobia en Gran Bretaña es otro paso más hacia la igualdad.
    Más allá incluso, Alan merece reconocimiento por su contribución a la humanidad. Para aquellos de nosotros que nacimos después de 1945, en una Europa unida, democrática y en paz, es duro imaginar que nuestro continente fue una vez escenario del momento más oscuro de la humanidad. Es difícil creer, hasta donde es posible recordar, como la gente llegó a estar tan consumida por el odio -el antisemitismo, la homofobia, la xenofobia y otros prejuicios asesinos- que las cámaras de gas y los crematorios se convirtieron en un elemento más del paisaje europeo, tan integrado como los museos, las universidades o las salas de concierto que han distinguido la civilización europea durante siglos. Gracias a aquellos hombres y mujeres que estuvieron totalmente comprometidos con la lucha contra el fascismo, a personas como Alan Turing, los horrores del Holocausto y la guerra total son parte de la historia de Europa, y no de su presente.
    Por lo tanto, en nombre del Gobierno británico, y de todos aquellos que vivimos en libertad gracias al trabajo de Alan, me siento orgulloso de decir: “lo sentimos, mereciste algo mucho mejor”.
    Gordon Brown


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