Enviado Flick el 04 Septiembre 2009
Pese a las excelentes relaciones que mantiene el primer ministro italiano con la iglesia católica, sus medios de comunicación (en concreto, el diario Il Giornale) no han dudado en hacer pública la supuesta homosexualidad de Dino Boffo, director hasta ayer jueves de Avvenire, el diario de la conferencia episcopal italiana, e incluso hacerse eco de como Boffo habría llegado a acosar telefónicamente tiempo atrás a la esposa del hombre con el que mantenía una relación. Aunque Boffo niega los hechos, se ha visto obligado a dimitir.
Boffo era uno de los personajes más críticos con Silvio Berlusconi dentro de las altas esferas católicas. Su dimisión se interpreta además como un triunfo de los sectores católicos más afines al actual primer ministro, en concreto de la poderosa corriente Comunión y Liberación, de fuerte implantación en Italia.
Pese a todo, las malas artes empleadas por los medios de Berlusconi no han gustado en el Vaticano, hasta el punto de que este ha llegado a anular una cena de Berlusconi con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de estado vaticano y número dos del Papa Ratzinger, cuya finalidad era escenificar la buena sintonía entre Berlusconi y la Santa Sede pese a sus deslices de índole moral.
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