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Un tribunal polaco condena a una mujer a pagar una multa por acoso homófobo a su vecino
Enviado Flick el 08 Agosto 2009 en
Una noticia positiva (por su desenlace) la que nos llega desde Polonia. Un juez ha dado la razón al joven Ryszard Giersz, que durante meses ha tenido que sufrir el acoso homófobo por parte de su vecina, identificada como Anna S., y ha sentenciado a esta a abonar a Giersz una indemnización de 15.000 zloty (unos 3.600 euros).
Giersz, de 25 años, se sentía especialmente emocionado al conocer la sentencia. “Soy una persona normal, lo único que quiero es vivir con mi pareja en paz”, ha dicho el joven, que invertirá el dinero de la indemnización en comprar un piso más grande lejos del vecindario que durante los últimos meses ha sido un infierno para él y su pareja, en la pequeña ciudad de Wolin, al noroeste de Polonia.
Anna S. comenzó hace meses a insultar a Giersz y a su pareja, llamándoles “pedal” en público (término equivalente a “maricón” en castellano) y estimulando la enemistad hacia ellos de parte del vecindario, hasta el punto de que les han llegado a arrojar tomates y piedras cuando caminaban por la calle. Giersz se vio incluso obligado a cambiar de trabajo y llegó a ser amenazado, tras poner la denuncia contra su vecina, por un individuo que le dijo que “si ganaba el caso, lo matarían”. Giersz ha contado con la ayuda legal de la organización LGTB Campaign Against Homophobia, que se ha mostrado muy satisfecha por la sentencia, sin precedentes en Polonia.
La acosadora, Anna S., que todavía puede apelar la sentencia, ha acusado a los testigos de Giersz de mentir. “Este hombre me ha ofendido. Me ha arrojado cosas desde su ventana. Me ha provocado una depresión y necesito tratamiento”, ha afirmado a la prensa polaca.
Enviado Flick el 08 Agosto 2009 en
Una noticia positiva (por su desenlace) la que nos llega desde Polonia. Un juez ha dado la razón al joven Ryszard Giersz, que durante meses ha tenido que sufrir el acoso homófobo por parte de su vecina, identificada como Anna S., y ha sentenciado a esta a abonar a Giersz una indemnización de 15.000 zloty (unos 3.600 euros).
Giersz, de 25 años, se sentía especialmente emocionado al conocer la sentencia. “Soy una persona normal, lo único que quiero es vivir con mi pareja en paz”, ha dicho el joven, que invertirá el dinero de la indemnización en comprar un piso más grande lejos del vecindario que durante los últimos meses ha sido un infierno para él y su pareja, en la pequeña ciudad de Wolin, al noroeste de Polonia.
Anna S. comenzó hace meses a insultar a Giersz y a su pareja, llamándoles “pedal” en público (término equivalente a “maricón” en castellano) y estimulando la enemistad hacia ellos de parte del vecindario, hasta el punto de que les han llegado a arrojar tomates y piedras cuando caminaban por la calle. Giersz se vio incluso obligado a cambiar de trabajo y llegó a ser amenazado, tras poner la denuncia contra su vecina, por un individuo que le dijo que “si ganaba el caso, lo matarían”. Giersz ha contado con la ayuda legal de la organización LGTB Campaign Against Homophobia, que se ha mostrado muy satisfecha por la sentencia, sin precedentes en Polonia.
La acosadora, Anna S., que todavía puede apelar la sentencia, ha acusado a los testigos de Giersz de mentir. “Este hombre me ha ofendido. Me ha arrojado cosas desde su ventana. Me ha provocado una depresión y necesito tratamiento”, ha afirmado a la prensa polaca.
