Tal y como temían los grupos de defensa de los derechos civiles LGTB, el Parlamento lituano no ha encontrado dificultades para levantar el veto presidencial a la ley “de protección de menores contra el efecto perjudicial de la información pública”, una ley abiertamente homófoba que prohibe informar positivamente sobre homosexualidad en escuelas, lugares públicos y medios de comunicación que puedan ser vistos por los niños. Lituania es miembro de pleno derecho de la Unión Europea.
87 parlamentarios votaron a favor, 25 se abstuvieron y solo seis votaron en contra, consiguiéndose de esa forma la mayoría absoluta de 71 diputados que era necesaria para elvantar el veto. La ley entrará en vigor el 1 de marzo de 2010. Una nota explicativa que acompaña a la ley establece que “la propagación de una orientación sexual no-tradicional y la exposición a la información que contiene una cobertura positiva de las relaciones homosexuales pueden provocar consecuencias negativas para el desarrollo físico, mental y, sobre todo, moral de los menores”.
Amnistía Internacional y la FELGTB condenan la ley
Amnistía Internacional se ha mostrado seriamente preocupada por esta ley que “institucionaliza la homofobia” y que puede “ser utilizada para prohibir cualquier discusión legítima de la homosexualidad, obstaculizar la labor de los defensores de derechos humanos y fomentar la estigmatización y los prejuicios contra lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero”. Amnistía pide al Gobierno lituano que cumpla sus obligaciones internacionales y derogue las disposiciones discriminatorias de la ley y que proporcione información adecuada y no discriminatoria y apoyo a gays, lesbianas, bisexuales, personas transgénero y jóvenes.
Antonio Poveda, presidente de la FELGTB, ha condenado el hecho de que “el Parlamento lituano ha vuelto a ratificar la institucionalización de la homofobia y la transfobia dentro del Estado”, pues “una las formas más efectivas de combatir la desigualdad, el machismo y la homofobia es la Educación”. Desiré Chacón, secretaria general de la Federación, considera increíble “que sea dentro de la Unión Europea donde se estén aprobando leyes como estas, que implican un retroceso en la igualdad y en los principios por los que se ha construido la Europa de los 27”.