Enviado Flick el 17 Junio 2009
El diario Público edita hoy un interesante artículo en su sección de ciencias, en el que se expone como la conducta homosexual es un fenómeno frecuente en el reino animal, compartida por centenares de especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios e incluso insectos, moluscos o nematodos. El artículo presenta además el trabajo de Nathan Bailey y Marlene Zuk, biólogos de la Universidad de California, que desmonta la concepción clásica de que la conducta homosexual tendría díficil encaje en la teoría evolutiva.
Ambos científicos han publicado un estudio en el que presentan como la conductal homosexual puede ser en sí misma un factor capaz de modificar la evolución de una especie. “Como cualquier otro comportamiento que no conduce directamente a la reproducción, como la agresividad o el altruismo, las relaciones entre animales del mismo sexo pueden tener consecuencias evolutivas que empiezan a ser consideradas”, explica Bailey. El investigador pone como ejemplo al albatros de Laysan, un ave marina de Hawai: un tercio de las parejas de esta especie está compuesto solo por hembras, que se cortejan y comparten las tareas del nido. Esta tendencia es, en este caso, una ventaja evolutiva. En la colonia estudiada, la proporción de hembras era mayor que la de machos. Si no existieran las parejas homosexuales, las hembras pelearían por los machos y provocarían separaciones en las parejas heterosexuales. El número de polluelos, en ese caso hipotético, caería en picado. Esta ventaja evolutiva de las parejas femeninas es común a otras especies de aves marinas.
Este es solo un ejemplo, hay otros muchos. Y si bien Bailey y Zuk piden que no se esgriman los estudios científicos sobre el comportamiento animal como argumentos políticos aplicables a las personas, ellos mismos recuerdan en su artículo que el trabajo del biólogo canadiense Bruce Bagemihl, que documentó comportamientos homosexuales en 450 especies, fue en su momento fundamental para que el Tribunal Supremo de Estados Unidos se pronunciara en 2003 en contra de las “leyes antisodomía”.
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