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Gays y lesbianas piden legislar la maternidad mediante «vientres de alquiler»
Piden respuestas legislativas ante «una auténtica revolución en el mundo de la maternidad» que llega treinta años después de la aparición de las técnicas de reproducción asistida.
Autor:EFE
La Confederación Española COLEGAS, de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, reclama al Gobierno una ley que regule en España el fenómeno de la «maternidad subrogada», lo que popularmente conocemos como «vientres de alquiler». Asegura este colectivo que legislar esta práctica «dará validez jurídica a una realidad social que, a pesar de la prohibición legal, se está produciendo cada vez más frecuentemente en nuestro país».
Aseguran que la 'maternidad subrogada' necesita de una regulación jurídica, «que imponga las condiciones para llevarla a cabo, incluyendo la donación de esperma y óvulos y, sobre todo, que haga cumplir el contrato de servicios entre la madre portadora y la pareja contratante». Denuncian como ante la falta de regulación «las parejas están acudiendo a otros países para conseguirlo, afrontando muchos problemas y obstáculos, así como estafas con grandes cantidades de dinero por medio, sin una total seguridad jurídica».
Piden respuestas legislativas ante «una auténtica revolución en el mundo de la maternidad» que llega treinta años después de la aparición de las técnicas de reproducción asistida. «Con estas técnicas la realidad social de nuestro país está cambiando, en especial con la aparición de un fenómeno novedoso mediante el cual se le implanta a una mujer un óvulo fecundado de forma que se encarga de la gestación y nacimiento del embrión, frecuentemente a cambio de una transacción económica por el servicio» explican.
«España necesita seguir siendo ejemplo de avances en legislación social en Europa y en el mundo, y ésta es una buena oportunidad de seguir en esa misma dirección y adaptar las leyes a la nueva realidad social. Se trata no sólo de una necesidad social, sino de una realidad a la que acuden como última solución para ser padres y madres muchas parejas españolas, ya sean homosexuales o heterosexuales», afirma Rafael Salazar, presidente de COLEGAS.
La práctica es ilegal o no está regulada en la mayoría de los países del mundo. Esta legislada en Ucrania, Rusia, México, Israel o India y en Estados Unidos sólo en algunos estados como California. En China se practica habitualmente a pesar de estar prohibida. En Europa, sólo el Reino Unido lo permite con importantes restricciones, como ser residente, familiar directo y carecer de ánimo de lucro. En Francia se está estudiando una iniciativa para permitirlo sólo a parejas heterosexuales con más de dos años de convivencia y en las que obligatoriamente la mujer no pueda quedar biológicamente embarazada.
Desde COLEGAS se denuncia además la imposibilidad de inscribir a los hijos nacidos por este medio como tales en los Registros Civiles españoles u oficinas consulares. Recuerdan el caso de una pareja de homosexuales valencianos que consiguió un niño por esta técnica y el Consulado español en Los Ángeles, aplicando la legislación española les negó la inscripción como hijo. Tras la denuncia, las autoridades españolas aceptaron inscribirlo como hijo por el «interés superior» del menor.
Piden respuestas legislativas ante «una auténtica revolución en el mundo de la maternidad» que llega treinta años después de la aparición de las técnicas de reproducción asistida.
Autor:EFE
La Confederación Española COLEGAS, de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, reclama al Gobierno una ley que regule en España el fenómeno de la «maternidad subrogada», lo que popularmente conocemos como «vientres de alquiler». Asegura este colectivo que legislar esta práctica «dará validez jurídica a una realidad social que, a pesar de la prohibición legal, se está produciendo cada vez más frecuentemente en nuestro país».
Aseguran que la 'maternidad subrogada' necesita de una regulación jurídica, «que imponga las condiciones para llevarla a cabo, incluyendo la donación de esperma y óvulos y, sobre todo, que haga cumplir el contrato de servicios entre la madre portadora y la pareja contratante». Denuncian como ante la falta de regulación «las parejas están acudiendo a otros países para conseguirlo, afrontando muchos problemas y obstáculos, así como estafas con grandes cantidades de dinero por medio, sin una total seguridad jurídica».
Piden respuestas legislativas ante «una auténtica revolución en el mundo de la maternidad» que llega treinta años después de la aparición de las técnicas de reproducción asistida. «Con estas técnicas la realidad social de nuestro país está cambiando, en especial con la aparición de un fenómeno novedoso mediante el cual se le implanta a una mujer un óvulo fecundado de forma que se encarga de la gestación y nacimiento del embrión, frecuentemente a cambio de una transacción económica por el servicio» explican.
«España necesita seguir siendo ejemplo de avances en legislación social en Europa y en el mundo, y ésta es una buena oportunidad de seguir en esa misma dirección y adaptar las leyes a la nueva realidad social. Se trata no sólo de una necesidad social, sino de una realidad a la que acuden como última solución para ser padres y madres muchas parejas españolas, ya sean homosexuales o heterosexuales», afirma Rafael Salazar, presidente de COLEGAS.
La práctica es ilegal o no está regulada en la mayoría de los países del mundo. Esta legislada en Ucrania, Rusia, México, Israel o India y en Estados Unidos sólo en algunos estados como California. En China se practica habitualmente a pesar de estar prohibida. En Europa, sólo el Reino Unido lo permite con importantes restricciones, como ser residente, familiar directo y carecer de ánimo de lucro. En Francia se está estudiando una iniciativa para permitirlo sólo a parejas heterosexuales con más de dos años de convivencia y en las que obligatoriamente la mujer no pueda quedar biológicamente embarazada.
Desde COLEGAS se denuncia además la imposibilidad de inscribir a los hijos nacidos por este medio como tales en los Registros Civiles españoles u oficinas consulares. Recuerdan el caso de una pareja de homosexuales valencianos que consiguió un niño por esta técnica y el Consulado español en Los Ángeles, aplicando la legislación española les negó la inscripción como hijo. Tras la denuncia, las autoridades españolas aceptaron inscribirlo como hijo por el «interés superior» del menor.
