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Miguel Ángel Rodríguez afirma que “la izquierda es feliz haciendo series apestadas de homosexuales afectados”
Enviado Flick el 27 Mayo 2009
Tal y como recoge hoy el diario Público, Miguel Ángel Rodríguez, ex-director de Comunicación del Partido Popular entre 1988 y 1996, y posteriormente secretario de Estado de Comunicación y portavoz del Gobierno de José María Aznar, ha escrito en su blog que a la izquierda le gusta “la exaltación de lo vulgar” y es feliz “haciendo series de televisión apestadas de poligoneros soeces, de homosexuales afectados y de putillas graciosas. Cuentan chistes para tontos y se ríen, siempre que haya una palabra malsonante por el medio”.
Las palabras de Rodríguez estaban motivadas por una recientes declaraciones de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, al defender que las jóvenes mayores de 16 años puedan hacer uso de su derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo sin necesitar obligatoriamente para ello la autorización de sus padres. En concreto, Aído se refirió en una entrevista a la paradoja de que estas jóvenes puedan someterse voluntariamente a una operación quirúrgica para, por ejemplo, “ponerse tetas” sin que sus padres lo supieran, gracias a la ley de autonomía del paciente aprobada en 2002 por el PP, y sin embargo no puedan decidir abortar. El uso del coloquialismo fue defendido posteriormente por la propia ministra, al afirmar que “así se entera todo el mundo de que la mayoría de edad para tomar decisiones en el ámbito sanitario son los 16 años”. Sin embargo, la frase no ha gustado nada en el entorno medíatico de la derecha, uno de cuyos principales exponentes es precisamente Miguel Ángel Rodríguez.
Rodríguez también tiene palabras “cariñosas” para aquellos a los que iban dirigidas las palabras de Aído. “A los vulgares se les manipula con precisión y sin esfuerzo. Bailan hasta el amanecer sólo con el ritmo de un tambor. No es casual que Bibiana Aído hable de operarse las tetas. Primero, porque ella es vulgar, es el ejemplo de la feminista radical de izquierda; segundo, porque necesita que la entiendan los vulgares. Y así, entre todos, nos gobiernan”, finaliza Rodríguez.
Enviado Flick el 27 Mayo 2009
Tal y como recoge hoy el diario Público, Miguel Ángel Rodríguez, ex-director de Comunicación del Partido Popular entre 1988 y 1996, y posteriormente secretario de Estado de Comunicación y portavoz del Gobierno de José María Aznar, ha escrito en su blog que a la izquierda le gusta “la exaltación de lo vulgar” y es feliz “haciendo series de televisión apestadas de poligoneros soeces, de homosexuales afectados y de putillas graciosas. Cuentan chistes para tontos y se ríen, siempre que haya una palabra malsonante por el medio”.
Las palabras de Rodríguez estaban motivadas por una recientes declaraciones de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, al defender que las jóvenes mayores de 16 años puedan hacer uso de su derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo sin necesitar obligatoriamente para ello la autorización de sus padres. En concreto, Aído se refirió en una entrevista a la paradoja de que estas jóvenes puedan someterse voluntariamente a una operación quirúrgica para, por ejemplo, “ponerse tetas” sin que sus padres lo supieran, gracias a la ley de autonomía del paciente aprobada en 2002 por el PP, y sin embargo no puedan decidir abortar. El uso del coloquialismo fue defendido posteriormente por la propia ministra, al afirmar que “así se entera todo el mundo de que la mayoría de edad para tomar decisiones en el ámbito sanitario son los 16 años”. Sin embargo, la frase no ha gustado nada en el entorno medíatico de la derecha, uno de cuyos principales exponentes es precisamente Miguel Ángel Rodríguez.
Rodríguez también tiene palabras “cariñosas” para aquellos a los que iban dirigidas las palabras de Aído. “A los vulgares se les manipula con precisión y sin esfuerzo. Bailan hasta el amanecer sólo con el ritmo de un tambor. No es casual que Bibiana Aído hable de operarse las tetas. Primero, porque ella es vulgar, es el ejemplo de la feminista radical de izquierda; segundo, porque necesita que la entiendan los vulgares. Y así, entre todos, nos gobiernan”, finaliza Rodríguez.
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