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Inquietud en la iglesia católica estadounidense ante los recientes avances en el derecho al matrimonio de gays y lesbianas
Enviado Flick el 02 Mayo 2009
La jerarquía católica estadounidense parece muy preocupada ante los avances que los derechos civiles de gays y lesbianas están consiguiendo, singularmente en la región de Nueva Inglaterra, donde tres estados (Massachusetts, Connecticut y Vermont) permiten ya el matrimonio entre personas del mismo sexo, y otros dos (New Hampshire y Maine) están en vías de aprobarlo. No es casualidad que sea el obispo de Providence, la capital de Rhode Island, el único estado de la región en que el tema no ha empezado a discutirse, el que haya decidido anticiparse y liderar la oposición al mismo.
El obispo Thomas Tobin ha manifestado que “la actividad homosexual es antinatural y gravemente inmoral”. “Aprobar el matrimonio homosexual, o las uniones civiles, supondría que nuestro estado aprobaría tal inmoralidad”, ha dicho. Tobin afirma además que “los proponentes del matrimonio homosexual dicen que la iglesia no será obligada a celebrar tales matrimonios. No les crean”. “Y otros problemas surgirán. ¿Acaso no será obligada la iglesia a admitir a parejas gays como padrinos de un bautizo, a alquilar sus instalaciones para celebrar bodas gays, a contratar empleados a pesar de su inmoral estlo de vida gay, a conceder beneficios familiares a las parejas gays?”, ha continuado.
Tobin hace un llamamiento a los políticos del estado a no permitirlo. “El hecho de que Rhode Island haya resistido al fenómeno del matrimonio gay se lo debemos a nuestro Gobernador y a los presidentes de la Cámara de Representantes y Senado. Ellos, junto a otros legisladores, han sido valientes rechazando las iniciativas de los activistas gays y manteniendo la definición tradicional del matrimonio. Esperemos, y recemos, porque esto continúe siendo así”.
Afortunadamente la religión no es patrimonio de los homófobos, y ya han surgido desde el ámbito confesional voces criticando las declaraciones de Tobin. Es el caso del reverendo Gene Dyszlewski, pastor de la Riverside Congregational Church en East Providence, y presidente de la coalición religiosa de Rhode Island en favor de la igualdad en el matrimonio. Según Dyszlewski, lo que Tobin intenta “vergonzosamente” es extender entre los católicos el miedo a que el estado interfiera la actividad de la iglesia, lo que a su entender es ridículo.
Rhode Island es un estado de fuerte tradición católica. El pasado febrero una proposición para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Rhode Island fue admitida a audiencia ante el Comite Judicial del Senado, que sin embargo sigue sin pronunciarse. Cámara de Representantes y Senado son de mayoría demócrata, aunque destacados líderes demócratas se oponen a la ley, al igual que el Gobernador republicano.
Enviado Flick el 02 Mayo 2009
La jerarquía católica estadounidense parece muy preocupada ante los avances que los derechos civiles de gays y lesbianas están consiguiendo, singularmente en la región de Nueva Inglaterra, donde tres estados (Massachusetts, Connecticut y Vermont) permiten ya el matrimonio entre personas del mismo sexo, y otros dos (New Hampshire y Maine) están en vías de aprobarlo. No es casualidad que sea el obispo de Providence, la capital de Rhode Island, el único estado de la región en que el tema no ha empezado a discutirse, el que haya decidido anticiparse y liderar la oposición al mismo.
El obispo Thomas Tobin ha manifestado que “la actividad homosexual es antinatural y gravemente inmoral”. “Aprobar el matrimonio homosexual, o las uniones civiles, supondría que nuestro estado aprobaría tal inmoralidad”, ha dicho. Tobin afirma además que “los proponentes del matrimonio homosexual dicen que la iglesia no será obligada a celebrar tales matrimonios. No les crean”. “Y otros problemas surgirán. ¿Acaso no será obligada la iglesia a admitir a parejas gays como padrinos de un bautizo, a alquilar sus instalaciones para celebrar bodas gays, a contratar empleados a pesar de su inmoral estlo de vida gay, a conceder beneficios familiares a las parejas gays?”, ha continuado.
Tobin hace un llamamiento a los políticos del estado a no permitirlo. “El hecho de que Rhode Island haya resistido al fenómeno del matrimonio gay se lo debemos a nuestro Gobernador y a los presidentes de la Cámara de Representantes y Senado. Ellos, junto a otros legisladores, han sido valientes rechazando las iniciativas de los activistas gays y manteniendo la definición tradicional del matrimonio. Esperemos, y recemos, porque esto continúe siendo así”.
Afortunadamente la religión no es patrimonio de los homófobos, y ya han surgido desde el ámbito confesional voces criticando las declaraciones de Tobin. Es el caso del reverendo Gene Dyszlewski, pastor de la Riverside Congregational Church en East Providence, y presidente de la coalición religiosa de Rhode Island en favor de la igualdad en el matrimonio. Según Dyszlewski, lo que Tobin intenta “vergonzosamente” es extender entre los católicos el miedo a que el estado interfiera la actividad de la iglesia, lo que a su entender es ridículo.
Rhode Island es un estado de fuerte tradición católica. El pasado febrero una proposición para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Rhode Island fue admitida a audiencia ante el Comite Judicial del Senado, que sin embargo sigue sin pronunciarse. Cámara de Representantes y Senado son de mayoría demócrata, aunque destacados líderes demócratas se oponen a la ley, al igual que el Gobernador republicano.
