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Eixgen que sus palabras no queden impunes y que se cree un organismo para supervisar la libertad de cátedra
La Confederación de gays denunciará a la profesora universitaria que llamó "enfermos" a los homosexuales
ELPLURAL.COM
La Confederación Española de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (COLEGAS), trasladará a la Fiscalía General del Estado las declaraciones homófobas de la profesora de Bioética de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), Gloria María Tomás Garrido, quien el pasado día 31 de marzo aseguró que la homosexualidad era una “enfermedad” y una “perversión”. COLEGAS considera este discurso “delirante y demostrativo de la ‘enfermedad de la homofobia’ que, desgraciadamente, aún tienen muchas personas intolerantes que se niegan a aceptar que la homosexualidad es una muestra más de la diversidad sexual humana”. Tomás Garrido hizo sus polémicas declaraciones en el V Curso de Ciencia y Sociedad organizado por la Universidad de Alicante, donde recomendó a los gays anteponer la “dignidad” a la libertad, aseverando que esta opción sexual se eliminó de la lista de trastornos mentales “por motivos políticos”. El centro organizador ha marcado distancias con la profesora.
COLEGAS considera “inaudito que aún se oigan este tipo de discursos trasnochados desde una platea universitaria, sea privada o pública” señalando que los mismos “no pueden acogerse a la pretendida libertad de cátedra” porque “atentan gravemente contra la dignidad humana y potencian comportamientos homófobos que pueden animar a la violencia”, recoge Público.
No a la impunidad
El grupo pide que este tipo de declaraciones no queden impunes y, además, exige al Ministerio de Educación que instituya un organismo para controlar la citada libertad de cátedra, evitando arengas que atenten “contra los valores constitucionales y los derechos humanos”.
Exigencia FELGTB
Por su parte, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha anunciado que solicitará a la CRUE (Conferencia de Rectores de España) una reunión para transmitirle su inquietud ante hechos como éste que, aunque aislados y minoritarios, se ven agravados por la pasividad de mundo académico en abordar, de una vez por todas, el estudio y la docencia, de calidad y con rigor científico, sobre la realidad LGTB.
Disfraces
Para Antonio Poveda, presidente de este colectivo de homosexuales, “que se le permita a una persona, por muy profesora que sea, verter sus prejuicios en un ámbito científico es vergonzoso y terrible. La Universidad es, como dijo Unamuno, templo de conocimiento, donde la razón es suprema. Si esta señora no sabe diferenciar su fe de la ciencia, no se le deberían dejar tribunas para disfrazar de de conocimiento objetivo lo que no son más que prejuicios”.
La UA se desmarca
La coordinadora de Izquierda Unida en la Comunitat Valenciana, Marga Sanz, también ha considerado las palabras de Tomás y Garrido un “grave ataque a la igualdad de las personas” y ha confiado en que la Universidad de Alicante las condene. En efecto, Ignacio Jiménez Raneda, rector de este centro, ha rechazado frontalmente las tesis de la profesora ultra católica, afirmando que “en ningún momento” podían interpretarse como “propias de la UA”. “Hay planteamientos que se descalifican solos”, apostilló ayer.
Diversidad de opiniones
Sin embargo, Jiménez consideró la participación de la docente “positiva” porque es bueno que los alumnos puedan formar su propia opinión” escuchando tesis “contrapuestas y diversos puntos de vista”, informa Levante. “Es razonable que se invite a personas de distintas sensibilidades para participar. En la UA no hay ningún tema tabú (…) y preguntáramos a los conferenciantes su opinión para decidir si invitarlos o no estaríamos siendo sectarios”, sentenció.
La UCAM y sus polémicas
La de Tomás Garrido no es, sin embargo, la única polémica que surge en el seno de la UCAM. El centro donde imparte clases esta profesora ya había estado en el ojo del huracán en 2007, cuando avaló una tesis machista según la cual si las mujeres trabajan aumenta el riesgo de infarto de sus maridos, o en 2008, cuando su dueño, el kiko José Luis Mendoza, sostuvo que era “impropio de un Gobierno demócrata dar prioridad a las universidades públicas”.
