La psicóloga señala que el lesbianismo prácticamente no se ha investigado en nuestro país.
El lesbianismo como objeto de investigación. Esta es la filosofía de un libro pionero en nuestro país: 'Lesbianas. Discursos y Representaciones' (Melusina). La obra recoge distintos ensayos escritos por diferentes autoras sobre la historia reciente del lesbianismo español y lo analiza desde diferentes ámbitos. La coordinadora del libro, Raquel Platero (Madrid, 1970), psicóloga e investigadora, destaca que el lesbianismo prácticamente no se ha investigado en España y afirma que se ha banalizado esta forma de sexualidad.
Raquel Platero, coordinadora del libro 'Lesbianas. Discursos y Representaciones' / David Castro
-'Lesbianas. Discursos y Representaciones' estudia el lesbianismo en nuestro país. ¿Con qué principales problemas se ha encontrado a la hora de investigarlo?
-El lesbianismo ha estado fundamentalmente ausente de investigación en nuestro país. Con este libro ofrecemos una mirada distinta porque no vamos a definir qué es y no es el lesbianismo sino que se aborda cómo se representa el lesbianismo tanto por las propias mujeres lesbianas como por la sociedad en diferentes ámbitos.
-¿Cómo se representa el lesbianismo en nuestra sociedad?
-El libro trabaja sobre la expresión de la invisibilidad lésbica que muchas veces es una coartada para decir que no existe nada sobre el lesbianismo. Lo que estamos planteando es que probablemente la información sobre las lesbianas no se va a encontrar en las mismas fuentes donde se producen el conocimiento y la investigación sobre los hombres gais.
-¿Y dónde se puede encontrar esta información?
-Las lesbianas se encuentran muchas veces en espacios ligados al feminismo o en otro tipo de relaciones como son las de las amigas o las cuñadas. En ese sentido me parecía que podíamos hacer una contribución importante desde una mirada que está preguntándose qué pasa con el tabú de las mujeres masculinas. No todas las lesbianas son mujeres masculinas y viceversa pero se sigue utilizando el apelativo de camionera, bollera…como un acicate para aquellas mujeres que rompan esa norma social del comportamiento delimitado como femenino. Por otra parte, están todas aquellas representaciones que tienen que ver con el lesbianismo cómo practica sexual. También están esas mujeres que tienen relaciones afectivas con otras mujeres y no siempre se han llamado lesbianas.
-¿Qué factores explican esta invisibilidad del lesbianismo?
-La invisibilidad funciona en varias direcciones. La gente espera reconocer a las lesbianas de la misma manera que reconoce a los varones gais y no funciona de la misma manera. Las lesbianas son mujeres y las mujeres tienen una situación en la sociedad española y en la sociedad en general distinta a la de los varones con lo cual el coste de salir del armario es distinto. De hecho, los datos de matrimonio entre personas del mismo sexo, a pesar de que podamos pensar que las lesbianas son más románticas o más casaderas, indican precisamente que en nuestro país las lesbianas se casan menos que los hombres gais.
-Entonces, ¿cuesta salir más del armario a las lesbianas que los gais?
-Sí, porque muchas veces las lesbianas se están jugando por lo menos simbólicamente el lugar que ocupa dentro del espacio de la familia y piensan que van a perder ese espacio. Pero el lesbianismo es interesante en cuanto puede generar un espacio estratégico de demanda derechos en un momento dado o cuestionar elementos claves del funcionamiento de la sociedad.
-¿Y cuáles son los próximos retos que se le presenta al lesbianismo?
- Uno es la educación. En las escuelas se está dejando de lado la educación sexual. Además la homofobia y la lesbofobia todavía están presentes en cuestiones de inserción laboral. La representación en los medios de comunicación del lesbianismo más allá del ejercicio de la perversión o desafiar en nuestra sociedad la noción de las mujeres masculinas como algo patológico son otros retos. En fin, hay mucho trabajo por delante.
-En el libro también se dedica un capítulo sobre la representación de la sexualidad lesbiana en internet. ¿Qué conclusiones han sacado?
-Si entras en Google y pones la palabra lesbiana las 50 primeras entradas todas llevan a pornografía.
-¿Se banaliza esta forma de sexualidad?
-Sí y se construye el lesbianismo de alguna manera como un uso recreativo de la sexualidad para los varones.
-En el libro se recoge un apartado del lesbianismo durante el franquismo. ¿Cómo vivió el lesbianismo este período?
-Fruto de la tarea de investigación y entrevistas a mujeres de aquella época hemos estudiado cuáles eran las estrategias de resistencia y como se reconocían y se relacionaban las lesbianas. Por ejemplo, se preguntaban si eran del asunto o si eran libreras ya que si una mujer decía que era librera equivalía a que fuera lesbiana. Es una historia apasionante porque muchas cosas que pensamos que son modernas, como si una debe ser monógama o si las parejas lesbianas tienen que tener hijos.. todo esto ya estaba presente durante el franquismo. Se están repitiendo los mismos problemas en diferentes momentos históricos.
-Usted también es coautora del libro 'Herramientas para combatir el bullying homofóbico'. ¿Considera que la educación para la ciudadanía supondrá un avance para evitar ese tipo de acoso escolar?
-Me ha sorprendido mucho la potencia y la violencia del debate sobre la asignatura de educación para la ciudadanía. Realmente la sexualidad y las libertades civiles son temas que aparecen en todas y cada una de las asignaturas a lo largo de la formación de los niños y las niñas. No me parece que estamos adoctrinando a los jóvenes sino que estamos acercándolos al conocimiento. La educación moral la reciben en casa por parte de su padres y su familia y el conocimiento aparece en la escuela. Creo que con el tema de la educación para la ciudadanía se ha creado una discusión absolutamente vacua. La educación pública además tiene unos límites muy concretos que son los límites constitucionales de la democracia.